La vida en la ciudad ofrece muchas oportunidades a nivel académico, laboral y cultural. La ciudad es una gran alternativa para la mayoría de la población hoy día. No obstante, el gran volumen de personas que año a año llega a residir en los cascos urbanos obliga a repensar en unos modelos residenciales que den respuesta a las necesidades de toda esta población. Una tendencia relevante, especialmente para el segmento más joven, son los miniapartamentos. Por lo general, los miniapartamentos cuentan con espacios inferiores a 30m2, pero se percibe una gran diferencia frente a su extensión dependiendo del contexto de ciudad. Lea también: Dinero-tech: las cinco noticias de tecnología más importantes de la semana Por ejemplo, ciudades como Tokio y París tienen bastante oferta de apartamentos de tan solo 8 m2; allí temas como la sobrepoblación, embotellamientos recurrentes, la escasez de espacios para construir (porque son ciudades que representan menos del 30% de la extensión territorial de Bogotá y/o albergan más millones que nuestra capital) y, finalmente, un crecimiento en la formación de hogares unipersonales llevan a este fenómeno. Si bien hablamos de espacios muy pequeños, sus ventajas yacen en ubicaciones estratégicas a lugares como universidades, sectores empresariales o estaciones centrales de transporte. Asimismo, son usados principalmente por estudiantes o jóvenes en su primer empleo; en sí, personas con necesidades de alojamiento muy específicas. Nosotros popularmente los conocemos como apartaestudios. Inmuebles caracterizados por ser monoambiente con una habitación, sala, baño y en ocasiones cocina. La zona de lavado tiene la usual característica de ser compartida, así como zonas BBQ, gimnasios, salones de reuniones, entre otros. Lo cierto es que muchos de estos modelos de vivienda ya se basan en un estilo de coliving, en donde mientras los apartamentos son los únicos espacios no compartidos, el resto del edificio suple las necesidades de sus residentes. Pero si bien la idea es optimizar los modelos residenciales en la ciudad, existen alternativas propuestas y generadas pensando en un entorno no solo de hogares unipersonales, sino de viviendas estratégicamente diseñadas. Por supuesto, pensado para personas de bajos y medianos recursos, dada la dificultad que se presenta para este grupo de personas en adquirir una vivienda en la ciudad. Por ejemplo, el proyecto My Micro NY, ahora Carmel Place, es un complejo de 9 unidades, con alternativas de apartamentos con una extensión de 25 m2 a 35 m2, aproximadamente, que se construyó como alternativa a los enormes problemas de alojamiento que tiene la capital financiera del mundo. Si bien se sabe que Nueva York no es una ciudad precisamente económica, se sabe también que el número de solteros independientes se incrementa mucho más, en comparación con unidades familiares. Estos espacios mantienen una noción monoambiental, pero son estratégicamente diseñados para optimizar el espacio y maximizar el sentido de apertura. Por ejemplo, algunos contemplan un balcón para incorporar un poco de aire libre, un espacio de comedor o de trabajo con sillas y mesa plegable y una cama-sofá de pared. Todo fácilmente adaptable a las necesidades, pero bajo el mismo espacio. En América Latina, São Paulo es la ciudad con los miniapartamentos más pequeños en la región, con tan solo 10 m2: tan pequeños como el espacio de un estacionamiento. En el caso de Bogotá, esta oferta oscila entre 15 m2 y 30 m2; no obstante, tener en cuenta un criterio básico de comodidad y bienestar no debe pasar desapercibido. Es importante concebir esto como un proceso vital en el que las personas están al inicio de su carrera productiva, en espacios pequeños para privilegiar aspectos como la cercanía al trabajo o al lugar de estudio. Vivir en lo pequeño está en auge para los hogares unipersonales, pero el confort hace parte de una buena calidad de vida. Un diseño estratégico, moderno, flexible y placentero debe hacer parte de su planeación y construcción. Y si bien las dinámicas de convivencia cambian para las personas con el paso del tiempo, las personas de limitados ingresos también pueden considerar esta opción como una inversión, con una posibilidad alta de valorización en varias zonas estratégicas de las ciudades. Según el Dane, el 34% de las viviendas están habitadas bajo la modalidad de arrendamiento, un porcentaje que supera el promedio de la región, que se estima en un 21%. Lea también: Trump cree que un acuerdo sobre TikTok podría tener lugar "rápidamente" Las ventajas para quienes habitan estos espacios son mucho más grandes para personas solteras y menores a los 30 años. Pero, según la revista The Atlantic, las personas de mayor edad pueden llegar a sufrir de estrés y depresión, porque el tiempo libre en casa se vuelve una de sus prioridades. Así, esta también puede ser una opción para personas mayores a 35 años, pero bajo una noción netamente inversionista. Sea para habitarlos o para sacarles provecho, estos son proyectos perfectos para personas de bajos recursos. Cada uno busca de acuerdo con sus necesidades y la demanda por estos apartamentos no para de crecer frente a requerimientos como vivir en un lugar citadino, asequible y cercano a los puntos de interés. Luego de la polémica crisis, este podría ser un foco de inversión en finca raíz, sin lugar a duda. No lo pierda de vista.