Una parte importante de los activos financieros ha sufrido contracciones sustanciales en su precio, como consecuencia de los efectos negativos que el coronavirus ha tenido en la economía. Las acciones, en especial de los sectores vinculados al tránsito de personas, han sufrido fuertes desvalorizaciones y seguramente serán las que tardarán más tiempo en recuperar los niveles de precios previos a la crisis. Igualmente, los activos relacionados con sectores menos susceptibles han sufrido contracciones importantes en los precios; sin embargo, esos niveles son oportunidades de inversión. Lea también: Seguir abriendo para continuar recuperando Es verdad que la situación actual va a contraer los ingresos de las empresas y su capacidad de remunerar con dividendos a sus accionistas, muchas inclusive tardarán años en recuperar el nivel de actividad que tenían antes del escenario covid, pero otras, que operan en los sectores de servicios públicos, infraestructura y consumo esencial, podrán recuperar sus niveles de ingresos más rápido, o de hecho ya lo han hecho, como sucede con servicios públicos e infraestructura. Los precios de esos activos, igual que el de los demás, han descendido hasta en un 50%, pero eso no significa que la rentabilidad a futuro de esas empresas se vaya a mantener por el suelo o su valor real se haya deteriorado en la misma medida. Lo que ha sucedido es que, en medio de la coyuntura, muchos administradores de portafolio e inversionistas institucionales han vendido parte de sus inversiones con el objetivo de proteger sus métricas de rentabilidad y disponer de efectivo suficiente para atender los retiros de algunos clientes que prefieren evitar la volatilidad del mercado, o que requieren liquidez para atender sus obligaciones. Las ventas generalizadas que provocó el cierre de la economía mundial en marzo fueron revertidas hasta mediados de julio, y desde ese momento la volatilidad de los mercados ha sido la constante, mientras que en las últimas dos semanas los precios de los activos han vuelto a deslizarse a causa de los renovados temores sobre rebrotes del virus, que lleven a un nuevo cierre de la economía mundial con una afectación en la economía igual a la que se experimentó en el primer y segundo trimestre. Esto ha causado que el riesgo percibido en los activos de renta variable como las acciones haya aumentando y con él la venta de este tipo de activos. También le puede interesar: El foco debe ser el mercado laboral Otro factor que ha lastrado la cotización de los precios son las elecciones presidenciales de Estados Unidos. La continuidad de Trump en la Casa Blanca y su línea de política conservadora, irónicamente es vista por los mercados como la continuidad de las tensiones comerciales con China y un menor estímulo económico para la recuperación. Al contrario, el ascenso de Biden puede percibirse como el relajamiento de la confrontación comercial y mayores esfuerzos para que la economía recobre fuerza. Si las tensiones comerciales disminuyen y se incrementa la confianza en que habrá nuevos estímulos económicos, es lógico que las mejores perspectivas a futuro vayan a impulsar los precios de los activos. Aún cuando no se concrete un relevo en la Casa Blanca, los niveles de precios actuales siguen siendo atractivos para la inversión. En Colombia, por ejemplo, buena parte de las acciones más representativas del índice Colcap han sufrido desvalorizaciones de más del 40% en lo que va del año, negociándose en la bolsa local por precios muy cercanos a su valor patrimonial o incluso por debajo. Ambas situaciones pueden ser vistas como una oportunidad de compra puesto que, aunque haya un nuevo cierre total, el impacto sería menor porque ya hay lecciones aprendidas y el desarrollo de una vacuna ahora es más cercano que cuando se inició desde cero. Las perspectivas de recuperación desde el punto actual van ganando más probabilidad de ocurrencia, primero por la acción conjunta de los gobiernos, segundo porque el avance hacia el desarrollo de una vacuna continúa, tercero porque las lecciones aprendidas contendrán más rápido cualquier rebrote y cuarto porque la economía de China ha logrado erradicar prácticamente el virus, así que los precios actuales de muchos activos se configuran en precios de oferta con perspectivas de mediano plazo. Inclusive, la recuperación de una cuarta parte de las desvalorizaciones ya representa una rentabilidad importante que puede iniciarse al final del primer semestre de 2021. Lea también: El regreso de la economía