El rebote de los precios ha estado vinculado principalmente a la disposición de los miembros de la Opep a congelar su producción para evitar que siga incrementándose el sobreabastecimiento que ocasionó la caída de los precios desde mediados de 2014. La coordinación de un acuerdo para congelar la producción ha sido liderada por Arabia Saudita, que además logró que otros productores importantes como Rusia, Noruega y México atendieran el llamado a Doha para participar en un acuerdo de congelación de la producción, para luego, tal vez dar paso a establecer recortes. Pero la reunión finalizó sin la presencia de Irán y sin un acuerdo para congelación en la producción y menos aún de recortes, en cambio la Opep aumentó su bombeo en 985 mil barriles diarios en abril para llevarla a 32,44 mbpd.De materializarse un acuerdo de congelación y posibles recortes de producción, los precios podrían sostenerse en los niveles actuales de US$47,64 para el Brent, porque obviamente se estaría afectando la oferta de crudo que es uno de los principales determinantes del precio. El congelamiento de la producción por sí solo no tiene un impacto fuerte, puesto que en los niveles actuales de producción hay una sobreoferta estimada entre 1,5 y 2,5 mbpd, un acuerdo de congelación tiene impacto en el precio en la medida que cambia las expectativas sobre posibles recortes en la producción que sí tiene impacto en la oferta.Otro factor que favorece los precios del crudo son las bajas tasas de interés mundial que en Japón y Europa son negativas, mientras en Estados Unidos están en escasos 0,5%, eso hace que las monedas de los principales compradores de petróleo se mantengan depreciadas, lo que se refleja en el intercambio comercial, entonces los productores solicitan más divisas para compensar su pérdida de valor. Los tópicos anteriores ayudan a que el petróleo pueda mantenerse en los precios actuales o incluso incrementar sus cotizaciones.En contraste con los elementos que favorecen los precios, hay varios factores que los afectan. La demanda que es el otro determinante fundamental de los precios no despega con fuerza para poder absorber los excesos de suministro actuales en caso de que haya un acuerdo de congelación de la producción, que además es un paso previo hacia cualquier recorte. Ya se conocen las cifras de crecimiento para Europa, Estados Unidos y China y no dan para pensar que el crecimiento económico mundial se acelerará demando más energía y petróleo. En cambio, parece que la sobreoferta se mantendrá, Irán ha expresado públicamente a sus socios de la Opep que solo atenderá llamados relacionados a su producción una vez haya alcanzado los niveles de producción previos a las sanciones de occidente y haya recuperado su cuota de mercado. Irán en el último mes dobló sus exportaciones hacia Europa, los primeros receptores de crudo iraní han sido Italia, y Francia.El crudo iraní compite en calidad y márgenes de refinación con el que producen Arabia Saudita y Rusia, recuperar la cuota de mercado iraní pasa por recuperar o ganar clientes desde Arabia y Rusia. No está de más mencionar que los tres llevan décadas compitiendo por ser la potencia geopolítica en la región, esa competencia es más aguda entre Irán y Arabia Saudita, y a las dos les conviene debilitar la economía de la otra. Irán ha emprendido nuevas estrategias comerciales para atraer inversión a su sector petrolero y conseguir nuevos clientes en Asia y Europa ahora que el mercado Americano está copado por los productores del Golfo de México y de Shale Oil, los términos de los contratos de compra se han relajado ampliando los periodos de pago e incluyendo descuentos por pago anticipado, esas acciones pueden desatar una guerra de precios al interior de la Opep para mantener la cuota de mercado e involucraría a Rusia. Parece que Irán no aceptó el llamado a congelar la producción en los niveles de enero porque interpretó que más bien era una estrategia de Arabia y Rusia para defender su cuota de mercado y contener las aspiraciones de Irán de incrementar su producción y recuperar sus clientes naturales en Europa y Asia. Por su parte los productores de Shale en Norteamérica aunque han cerrado campos e invertido menos vuelven a ser rentables con precios arriba de US$50 y están incrementando su productividad para ser rentables a menores precios.