Adicionalmente, la expropiación de empresas hace que a futuro se recauden menos y menos impuestos, así como se acaben el aparato productivo y la industria. De acuerdo con las encuestas de opinión, existe la probabilidad de que en Colombia gane un gobierno de izquierda en 2022; hay dos candidatos muy diferentes: uno virulento y extremista como Gustavo Petro, que ya nos mostró todas sus incapacidades cuando administró Bogotá, y el otro, Sergio Fajardo, que es de esa izquierda tibia que puede terminar siendo más peligrosa ya que nadie sabe en realidad por quién y con quién vota. Lea también: Muchos temas para reflexionar La izquierda colombiana ha tratado por todos lados de venderse como de centro y, ayudada por muchos líderes de opinión, lo está logrando. Quiere armar una coalición para derrotar a Uribe que más se parece a un salpicón de playa, en la que caben personajes radicales como Jorge Robledo, Moir, izquierda pura, prointervención, antiempresas, hasta personajes sin ideología que simplemente están ahí por moda u odio al gobierno de turno. Considero muy importante que antes de las elecciones de 2022 los colombianos tuvieran una buena dosis de realidad, vivieran en carne propia las desgracias y miserias en las que están sumidos los habitantes de Cuba, Nicaragua, Venezuela y ahora Argentina. Una cosa es la teoría de la izquierda y otra, su realidad. Si se pudiera llevarlos a vivir a Cuba, hacerles un reality, que convivieran con ciudadanos de a pie, que supieran que solo comen carne o pollo una vez al mes, que para conseguir el huevo de la semana deben hacer filas de hasta dos horas, que dicen tener la mejor educación pero no pueden leer sino lo que el Estado quiera, que el salario es parejo para casi la mayoría pero es de 15 dólares al mes, o que la manera de subsistir sea convertir a las mujeres de su familia en jineteras, juguetes sexuales de los turistas para obtener algunos dólares más... Yo, personalmente, no creo que ningún colombiano quiera eso. En estos países, dada la situación económica, existe un mercado negro muy grande, en el que se negocia de todo, y esto hace que los índices de corrupción sean escandalosos. Los países de izquierda están en el top de los rankings de corrupción mundial. Lea también: Las tasas de interés Adicionalmente, la democracia termina acabándose. Ellos saben muy bien utilizarla para mantenerse en el poder, hacer ver que hay elecciones, pero siempre ganan, así la población trate diariamente -a costa de su vida- de huir a escondidas del país. Porque también estos regímenes acaban con muchas libertades individuales para sobrevivir: temas como el internet y la libre locomoción dentro del país son restringidos. Por algo tenemos en Colombia alrededor de dos millones de venezolanos que han huído del régimen. Ellos nos podrían contar cómo se vive en un gobierno de izquierda. Un poco de dosis de realidad es la administración de Claudia Lopez en Bogotá: coarta libertades, limita el uso del carro particular con ciclorrutas absurdas, piensa que el Estado es el que reactiva la economía y no la empresa privada, que es el verdadero motor, y aumenta impuestos sectoriales golpeando sectores productivos, etc. Esperemos que se destapen las cartas como debe ser, que cada uno de los candidatos muestre su verdadera cara y el país sepa elegir, ojo con 2022.