Tesla, que también diseña y fabrica componentes y baterías para terceros, fue fundada en 2003 por un grupo de ingenieros de Silicon Valley con el objetivo de demostrar que los coches eléctricos podían convertirse en una alternativa real a los fabricados por la industria tradicional del automóvil. El objetivo de esta empresa es liderar la revolución que transforme el modelo del transporte, y con ello el cambio del modelo energético. Según reciente publicación especializada, algunas claves del éxito de Tesla son: “divisar la oportunidad de desarrollar coches eléctricos atractivos y con una autonomía superior a cualquiera de la competencia, controlar la cadena de distribución vendiendo sus coches online y en sus propias tiendas.”El caso de Blackberry y Nokia, unas empresas que de estar en la cima pasaron en pocos lustros a ser irrelevantes, es aleccionador. Antes del 2007, muchos creían conocer la industria de teléfonos celulares. En ese año, Nokia, que era considerada una de las empresas más innovadoras, tenía más del 50% del mercado de celulares y Blackberry, cerca del 10%. Sin embargo, para 2013, entre las dos empresas no llegaban ni al 5% del mercado. Apple inventó un producto que creó necesidades que no existían antes y, como consecuencia, hoy vende el 15% de los smartphones del mundo, pero obtiene prácticamente todas sus utilidades (83%) de este segmento.Recomendado: ¿Pretende la SIC convertirse en el ‘Gran Hermano’?¿Qué le pasó a Blackberry? Un reporte de Associated Press (AP) atribuye a la incapacidad de la firma canadiense de seguir a la par las tendencias que el iPhone comenzó a imponer: pantallas más grandes, touch, cientos de aplicaciones, soporte a redes de internet más veloces y procesadores más potentes. “En su momento de apogeo, en el 2009, los teléfonos inteligentes de Blackberry tenían una cuota de mercado de 20%, dice Mike Walkley, analista de Canaccord Genuity. Pero hoy es apenas un 1,5%”. Las empresas y los negocios vienen y van…. Blackberry no será la primera ni la última que sufre el fracaso después de estar en la cima. Cuando una compañía está peleando en los primeros lugares del mercado, lo peor que puede hacer es confiarse y creer que su estrategia de negocios funcionará para siempre. La diferencia entre una empresa que sobrevive y una empresa que quiebra, es que la primera entiende que en el mundo de los negocios: hay que renovarse o morir. La historia de Nokia es muy similar.Según reciente informe de Forbes de México, en marzo de este año el valor de mercado de la firma Tesla superó al de la General Motors, la Ford y la BMW. Los inversionistas esperan que Tesla, al igual que Ford cuando introdujo la producción en masa del modelo T, o Apple en el mercado de smartphones en 2007, cambie por completo la industria. Una apuesta muy difícil de predecir. Por ahora Tesla está teniendo serios problemas de producción. La entrega del vehículo de menor precio, el modelo 3, tiene demoras de hasta un año. Tesla se está dando cuenta que hacer vehículos masivamente – logística, operativa y financieramente - no es tan sencillo como ellos pensaban. ¿Alguien podría asegurar cómo va a ser el coche del futuro? El autor de esta nota coincide con varios analistas en el sentido de que el futuro de los autos eléctricos lo definirán dos factores: baterías y software. Hay que tener en cuenta la posibilidad de que las baterías no generen una gran ventaja competitiva a la hora de fabricar y vender un coche, pues las baterías podrían convertirse en un commodity, un insumo sin una diferenciación específica. Segundo, todo indica que estos coches se manejarán solos, para lo cual se necesita del segundo factor: el software. Éste es uno de los principales destinos de inversiones por parte de las grandes empresas de tecnología y automotrices, y uno de los sectores donde Google, Apple, Amazon y Uber compiten por desarrollar la mejor tecnología.De llegar a poder los fabricantes tradicionales de autos, en especial aquellos que han demostrado querer y poder estar a la vanguardia de la tecnología como BMW, VW y Porsche, tener acceso a baterías y software con las mismas características que Tesla, creo que estas firmas van a terminar ganando la guerra por el automóvil del futuro. Esto no quiere decir que Tesla va a correr la misma suerte de Blackberry y Nokia, pero si esta empresa no se despierta, es muy posible que por el solo hecho de haber estado en el filo de la navaja de la fabricación de los vehículos eléctricos, no obtenga ninguna ventaja comparativa.Lea también: Y dejaron crecer al enano…