Muchas previsiones y proyecciones salen para 2021 en esta época del año. Por ahora, son varias las entidades nacionales e internacionales que estiman una caída en el crecimiento económico del año que corre, que cierra en un rango del 4,7% y el 5,1%. Por supuesto, todo como consecuencia de la covid-19, que agitó los sistemas económicos, sociales, de salud, laborales y hasta políticos en todo el mundo. El fin de 2020 está marcado por emergencias regionales en donde las segundas olas de contagio fueron las protagonistas. Nuevas cepas del virus empezaron a descubrirse y, con ello, una incertidumbre aún mayor sobre una propagación más. Esto, además, planteó la posibilidad de que la vacuna, que sería trascendental en el marco de la recuperación, tuviera obsolescencia ante estas versiones del coronavirus y, así, un mayor retraso en su circulación. Lea también: Más allá de la región A mediados del último trimestre de 2020, Euromonitor International recopiló en la publicación Economía Global en 2021: un vistazo a la recuperación y a los riesgos potenciales, los puntos más importantes y que se van a destacar en el año que comienza, así como las proyecciones más relevantes y los riesgos sobre los cuales se debe mantener una importante atención. Los más recientes resultados de la inyección muestran una efectividad en un rango del 90% al 97%. Como ya hemos visto, la circulación está planeada para iniciar en masa en el primer trimestre del año 2021, pero en cantidades limitadas. No obstante, debe recalcarse que solo son resultados preliminares y algunos obstáculos logísticos podrían prolongar la distribución de la inmunización en los primeros meses del año. Con esto en mente, el crecimiento del PIB para el último trimestre de 2020 se proyecta negativo en las economías avanzadas y con decrecimientos importantes en España, Francia e Italia, cuyos pronósticos se acercan al -12%. Por otro lado, en Estados Unidos y Corea del Sur se presentarían los escenarios más “optimistas”, con decrecimientos en su economía del -4% y del -1,7%, respectivamente. Por su parte, en los países emergentes las caídas más fuertes en el PIB se presentarían en países como India y México, con un -10,5% cada uno, mientras que en países como Indonesia y China se verían escenarios menos trágicos. También le puede interesar: Competitividad versión 2020-2021 Lo interesante es que, a pesar de los retrasos que pueda sufrir la distribución de una vacuna efectiva, 2021 se ve prometedor tanto en economías avanzadas como emergentes, lo que plantea escenarios de recuperación del 3,8% para las primeras y del 6,1% para las segundas. No obstante, aún sigue siendo una perspectiva llena de incertidumbre. En cuanto a los efectos inflacionarios, se verá un aumento marcado en las economías emergentes con un promedio del 2,4% para finales de 2020, en comparación con las avanzadas, que se espera no alcancen ni siquiera el 1%. Pese a ello, los posibles panoramas se mantienen aún por debajo del pronóstico realizado por el Banco de la República de Colombia para un horizonte de cinco años, en el caso nacional. El empeoramiento en las tasas de infección en Estados Unidos y Europa ha desatado también un aumento en la probabilidad de la situación más pesimista del estudio sobre la covid-19, en el que se incluyen aspectos como una recesión en la Eurozona, afectaciones en el comercio de China e, incluso, un Brexit sin acuerdo. Todo ello se solapa con los avances en el desarrollo de más de una vacuna que, al menos, no aumenta el riesgo de retraso en su comercialización. Lea también: Competitividad versión 2020-2021 En materia de política, la victoria de Joe Biden, el nuevo presidente electo de Estados Unidos, reduce el riesgo de una nueva guerra comercial y disminuye una buena parte de las tensiones que se preveían ante una prolongación de la administración anterior. Sin embargo, el problema latente, y que tiene una probabilidad de ocurrencia entre el 27% y el 37% según la investigación de Euromonitor, es la posibilidad de una segunda ola pandémica, seguida de una posible tercera. Ante esto, la recuperación económica se vería mucho más contraída y debilitada; el rango de crecimiento variaría ahora entre un -0,7% y un 2%. Ahora bien, claro está, todo concebido como la peor perspectiva. Así, cada uno de los gobiernos tendrá que seguir utilizando las medidas más convenientes, con una mejor focalización para ayudar a los más afectados y vulnerables en medio de esta pandemia. Según la Ocde, el hecho de que se vean avances en la vacuna no involucra una reducción en el apoyo; en lugar de eso, es una confirmación de que las políticas sanitarias y económicas no son excluyentes y que, por el contrario, deben ir de la mano. El Banco Mundial, entre sus estimaciones, ha considerado que gracias a diversas perturbaciones internas y externas derivadas de la pandemia, la actividad económica de América Latina podría contraerse hasta en un 7,9%, lo que representa una recesión mucho más profunda que la causada por la crisis mundial de 2008 o que la de la deuda latinoamericana en 1980. En nuestra región, la recuperación se ha dado de manera paulatina, con procesos de reapertura de sectores que sufrieron las consecuencias más crudas como el turismo y el comercio. A pesar de ello, la manutención de estrictos protocolos de bioseguridad será crucial en esta nueva etapa. Según el Banco Mundial y la Ocde, Colombia está en el top 5 de las naciones que más pueden crecer en 2021 a nivel regional; aunque este sea un contexto prometedor, hay que tener en cuenta que no deja de ser desafiante, dada la desigualdad latente, hoy acrecentada por el impacto pandémico. También le puede interesar: Diseño: una profesión para reactivar el futuro