Según el estudio ‘Verdad y afectaciones a la infraestructura petrolera en Colombia en el marco del conflicto armado‘ recopila 3.659 acciones armadas como ataques con explosivos, con armas de fuego y quemas de activos, e identifica responsables, modalidades de los ataques y sus consecuencias.   Así mismo, detalla que esas acciones armadas generaron 4.455 afectaciones no solo a la infraestructura y bienes de la industria, sino también al medio ambiente y a la población civil.  “Nuestro informe no tiene precedentes en el país y en la Comisión. Es el primero de su tipo recibido por la Comisión y esperamos que nutra su labor explicativa sobre las dinámicas económicas y el conflicto armado. No tiene la pretensión de decirlo todo y estudiar cada una de las afectaciones al sector. Lo que busca es propiciar una conversación necesaria entre la Comisión y el sector empresarial, clave para entender lo que nos pasó y evitar que siga pasando”, afirmó María Victoria Llorente, directora ejecutiva de la FIP.  Lea también: ¿Cómo y a quién benefician las bajas tasas de interés? Adicionalmente, durante los años 2000, 2001 y 2013 se llevaron a cabo el mayor número de acciones armadas contra infraestructuras petroleras; casi el 26% del total de atentados ocurridos entre el 1 de mayo de 1986 y el 24 de noviembre de 2016, año en que se cierra el periodo de análisis de la Comisión de la Verdad.  Respecto a las zonas donde se presentaron el mayor número de atentados, el estudio señala que el 76,8% de ellos se concentraron en cinco departamentos: Putumayo, Arauca, Norte de Santander, Nariño y Santander.    Le puede interesar: Contraloría alerta que 84 proyectos están en riesgo de quedar inconclusos “Las cifras no dan cuenta de la tragedia humana que se desprende de los ataques. No sólo por el subregistro de personas afectadas, sino porque no revelan las rupturas en el tejido y las dinámicas sociales”, agregó Llorente.   En cuanto a los responsables, en un apartado del informe se señala que “hay que desmitificar la creencia de que el ELN es el único responsable de los ataques a la infraestructura petrolera. Las Farc también utilizaron esta modalidad de violencia. Cada grupo la usó para ejercer control en sus territorios de influencia o como oportunidad política”.