El informe presentado por Fundación Corona, Fundación Andi, y el Programa de Alianzas para la Reconciliación de USAID y ACDI/Voca explica que para los grupos afrodescendientes, raizales y palenqueros, el nivel de pobreza multidimensional es 1,5 veces mayor al promedio nacional. La situación se asocia a mayores dificultades por parte de estas comunidades para acceder a educación media y superior de calidad, y posteriormente al mercado de trabajo formal. Lea también: Expresidente de S&P: Calificación de Colombia podría bajar antes de diciembre “El no acceso de esta población a educación, formación, intermediación, sumado a discriminación en el ámbito laboral condiciona de manera importante sus posibilidades de movilidad social y calidad de vida", dice el informe. Entre los factores sociales y económicos que condicionan y limitan la participación de grupos étnicos en el acceso a la educación de calidad y al empleo formal, destaca la discriminación racial, “fenómeno que no ha sido estudiado a profundidad por los grandes centros académicos y de investigación”, según el documento. De esta manera, el acceso limitado se ve reflejado en la movilidad social que tienen los indígenas e integrantes de las comunidades población negra, afrocolombiana, raizal y palenquera (NARP) en Colombia, frente a las personas blancas o mestizas. Le puede interesar: Gobierno presentaría reforma fiscal en segundo semestre de 2021 De acuerdo con las bases del Plan Nacional de Desarrollo de 2019, estas poblaciones registran coberturas educativas inferiores en 15 puntos porcentuales a las registradas en los departamentos en los que predomina la población sin pertenencia étnica. Algo similar sucede en general en América Latina, pues cerca del 92% de los niños no indígenas de seis a 11 años que van al colegio mientras que el 74% niños indígenas lo hace, según el informe “Latinoamérica indígena en el siglo XXI” del Banco Mundial de 2015. Adicionalmente, de acuerdo con el Barómetro de las Américas, el 32% de las personas que se consideran blancas manifestaron que tenían un título de educación superior, mientras que el 23,1% de la población afro y el 5,5% de los indígenas dijo tenerlo. De igual manera, uno de cada dos indígenas manifestó que su máximo nivel educativo es básica primaria. Le recomendamos leer: Codirector Galindo: recuperación del mercado laboral va a ser lenta Al respecto, David Murillo Mosquera, Investigador en Justicia Étnico-Racial en Dejusticia, aseguró que para “mitigar esta problemática se deben generar políticas públicas que no estén enfocadas únicamente en la creación de empleo y en aumentar el acceso a la educación, sino también en generar herramientas para disminuir la discriminación racial en estos espacios y así, asegurar la permanencia y calidad de vida de las personas indígenas e integrantes de comunidad NARP”.