El exsuperintendente de Sociedades (2010-2014) y cónsul general en México D.F (1996-1998) le dijo a Dinero que las zonas en conflicto “están produciendo un café de excelente calidad”, y recordó que hace unos meses la mejor taza del país salió del municipio de Planadas (Tolima), una población con una difícil situación de orden público. Vélez insistió en que “el mapa del conflicto armado encaja perfectamente con el de la nueva Colombia cafetera”, al hablar acerca de la exitosa experiencia que han tenido departamentos como Cauca, Nariño, Antioquia o la región del Catatumbo (Norte de Santander). “La caficultura colombiana cambió sustancialmente,” ahora el mayor productor es el departamento del Huila. Esta zona del país se caracteriza por ser la que “más produce café especial, con denominación de origen y con alta calidad”, señaló. En estas regiones del país “se está produciendo un cambio que poca gente conoce”, añadió Vélez, y expresó la necesidad de darle visibilidad a los esfuerzos que están realizando estas poblaciones que ven en el café una “importantísima alternativa económica”. El candidato, quien renunció a la candidatura por medio de una carta, después de que había hecho los mismo la otra candidata a la gerencia del gremio, Adriana Mejía, proponía que la Federación y el Gobierno deberían trabajar en conjunto para generar iniciativas productivas en aquellas zonas que, de firmarse un acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc, quedarían despejadas para el desarrollo de la innovación en diferentes campos, entre ellos, el agrícola. Luis Guillermo Vélez, renunció a competir por la gerencia de la FNC contra el actual embajador de Colombia en Japón, Roberto Vélez, quien recibió este fin de semana el apoyo de la candidata Adriana Mejía Cuartas, la cual se retiró de las elecciones a través de un comunicado de prensa. Unidad gremial Los candidatos coincidían en que uno de los principales retos de la Federación será restituir la unidad del gremio. Este problema se habría gestado desde hace unos años y habría reventado recientemente con la renuncia del gerente Luis Genaro Muñoz. “Hay que reconstruir la relación entre cafeteros, remar hacia la misma dirección y trabajar de la mano del Gobierno”, apuntó Vélez. Y agregó que el gremio cafetero debe impulsar un cambio sustancial con la elección del nuevo gerente, que va desde la construcción de una estructura “más transparente” hasta “la descentralización de las decisiones y los recursos”. ¿Cuál era la apuesta de Luis Guillermo Vélez para la FNC? La propuesta del también exgobernador del departamento del Huila en 2013 consistía en conjugar la innovación y las nuevas tecnologías para desarrollar variedades de plantas más resistentes a las enfermedades y al cambio climático. “La Federación tiene que luchar por hacer rentable, y por lo tanto sostenible, el cultivo del café para el mediano, el pequeño y el gran agricultor”, resaltó el ejecutivo. Además, sostuvo que uno de los retos es reducir los precios de los fertilizantes y fortalecer el mercado de los cafés especiales, en el que el país tiene una gran oportunidad de crecimiento. “Colombia tiene la tierra para cultivar café especial, las regiones para hacerlo, la gente y la calidad adecuada, por lo tanto no puede dejar que ese espacio sea llenado por otro competidor”, añadió. El mercado del café mundial, según cifras de Organización Internacional de Café (OIC) citadas por Vélez, alcanzará los 180 millones de sacos en los próximos cinco años, “una parte importante de esa demanda va a estar alrededor de cafés especiales”. Una de las metas más ambiciosas que proponía Vélez es que Colombia lograra producir 20 millones de sacos para el año 2020, lo que representa un aumento importante frente a los 13 millones que se producen actualmente. Finalmente, al parecer la "unidad cafetera", como lo indicó el ejecutivo en su renuncia, pesó más que uno de los argumentos que tenía para ser elegido como gerente. Según expresó Vélez durante la candidatura, él debía ser el gerente porque tiene “mucha experiencia en reestructurar empresas” e incluso “sectores económicos como el floricultor o el bananero”. “No tengo ningún compromiso con la actual organización y por lo tanto puedo tomar decisiones difíciles como las que se necesitan”, concluyó en su momento.