Las constantes manifestaciones y concentraciones que han terminado en algunos desmanes han causado que los consumidores no acudan por temor a San Victorino para hacer sus compras de la temporada navideña que se aproxima. Según  Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco las pérdidas se acercan  billón de pesos en el sector comercio pues calculan que cada día de protestas representa $150.000  millones de pesos, por lo que en los 7 días de protesta la cifra ya supera los $900.000 millones en todo el país. Cabal explicó que los 719.000 tenderos que hay en Colombia que en promedio ganan entre uno y dos salarios mínimos han sido los más afectados.

Según el presidente del gremio de los empresarios, esta disminución en las ventas podría poner en riesgo más de 250.000 puestos de trabajo que forman parte de la contratación que hacen los comerciantes para atender la alta demanda de la época de fin de año. Pero las pérdidas pueden ser mayores. Esto, considerando que las cifras de la Federación de Comerciantes no tienen en cuenta a los vendedores informales de los mercados populares como San Victorino y otros mayoristas que cuentan aproximadamente con 2 millones de comerciantes. Según Yansen Estupiñán, representante del Centro Comercial Gran San de Bogotá, las protestas han causado una reducción en las ventas cercana al 80% desde que empezaron. 

Cuando en un dia normal transitan por hora cerca de 10.000 visitantes, en los días de protestas no alcanzaron las 3.000 personas. Tan solo en los famosos madrugones donde se dan cita casi 12.000 microempresarios para comercializar prendas de vestir, las ventas han caído cerca del 60%. Estupiñán explica que el comercio en San Victorino no funciona con el mismo calendario de Fenalco pues al ser mayorista, se anticipa a las temporadas y desde mediados de noviembre se arriban comerciantes de todo el país (en su mayoría del suroccidente del país: Valle, Cauca y  Nariño) que vienen a surtir sus negocios para la época navideña. En un panorama sin protestas, en un día un comerciante mayorista promedio vendía entre 150 y 200 prendas, hoy tan solo están vendiendo entre 12 y 24. Esta coyuntura de paro y protestas ha obligado a los comerciantes de San Victorino a idear  planes para mejorar los niveles de ventas y recuperar los días perdidos. Precisamente, lanzaron un plan de “seguridad, movilidad y tranquilidad” con el cual buscan que las personas vayan a San Victorino sin miedo a hacer sus compras navideñas.

Los comerciantes también han planteado aplicar jornadas de 24 y 48 horas continuas, y a partir del 17 de diciembre hasta el 24 de diciembre abrirán sus puertas desde las 6 de la mañana hasta las 11 de la noche.