Entre las sorpresas que dio el Censo del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), están no solo la confirmación de que somos menos colombianos, 45 millones y no 50 millones como estaba proyectado para 2018, sino también que cada vez vivimos más solos. El Censo confirmó una tendencia que ya habían anticipado algunas constructoras y empresas inmobiliarias: el número de hogares de una sola persona ya alcanza el 16% del total, y todo indica que seguirá creciendo en el país. Factores como el hecho de que cada vez los colombianos se casan más tarde, el aumento en el número de separaciones, el ingreso de más extranjeros viviendo en las principales ciudades del país o de estudiantes que se mudan a otras ciudades para realizar estudios superiores hacen que aumente el número de personas viviendo solas. En los hogares de ingresos más altos es mucho más notoria esta tendencia: el 46 por ciento de los que están en estrato 6 son conformados por una sola persona, principalmente por el tema de divorcios. Estas tendencias de cómo viven los colombianos y cuáles son los nuevos requerimientos en materia inmobiliaria en el país serán tema de la asamblea nacional de Fedelonjas que se cumple este martes en Bogotá, durante la cual los empresarios del sector de 20 departamentos, así como expertos avaluadores analizarán los retos para el sector y cómo responder a las necesidades del nuevo tipo de familias, trazando los lineamientos estratégicos del sector para los próximos cinco años. Le recomendamos: Le quieren poner tope al incremento del impuesto predial Para María Clara Luque, la presidenta de Fedelonjas, “el cambio en los hábitos de consumo y el nuevo estilo de vida de las familias que se están conformando exige un cambio en el sector inmobiliario pero también en la manera en que los hogares elijen sus viviendas”. Esto se explica porque cada vez más personas hacen cuentas y comparan factores como el costo y tiempo de desplazamientos desde el hogar a sus trabajos, y el impacto en su calidad de vida. “Los hogares de una sola persona -tendencia que va en aumento en todo el país- entienden que los gastos de transporte no compensan un alquiler más barato por lo que prefieren invertir un poco más en el alquiler de un techo mejor ubicado y ahorrarse los costos y los tiempos del transporte”, explica la directiva. Pero no son las únicas tendencias que tendrán un riguroso examen durante el congreso. También la reducción del canon de arrendamiento sobre el valor de la vivienda, principalmente en estratos medios y altos, es un fenómeno que ha marcado la inversión en finca raíz en los últimos años. De acuerdo con datos de Fedelonjas, a mayor valor de la vivienda, la rentabilidad proporcional a la inversión es menor y por eso hoy el canon de arrendamiento frente al valor de la vivienda es del 0,6 y 0,7 % en estratos bajos, mientras que en estrato medio alcanza entre el 0,4 y 0,5 % y en estratos altos es de entre 0,3 y 0,4 % mensual. Le puede interesar: Hipotecas en reversa: opción para financiar la vejez Pero hay datos positivos para quienes deciden comprar inmuebles para invertir: las tasas de vacancia han venido reduciéndose paulatinamente. De acuerdo con la presidenta de Fedelonjas, “las tasas de vacancia se han reducido en los últimos dos años pues al incrementarse el valor por metro cuadrado fue difícil que el arriendo creciera al mismo ritmo, por lo que en el 2017 los propietarios habían optado por no subir el canon para mantener a los buenos arrendatarios, pero esa tendencia cambio en el 2018 y gracias al incremento de la demanda por vivienda usada, el negocio de los alquileres sigue creciendo”. Por otro lado, en la última década el valor de los inmuebles por metro cuadrado aumentó, y en los últimos dos años la tendencia hacia la compra de vivienda usada estuvo más fuerte, en buena medida porque son inmuebles con mejores condiciones de ubicación, áreas más generosas y precios más cómodos. Por eso, mientras que la cantidad de unidades financiadas aumentó 8,9% en el caso de las viviendas usadas, en el de las nuevas el crecimiento fue de 5,5%. Lea también: Cómo aprovechar el régimen jurídico del sector urbanístico e inmobiliario para negocios en Colombia Para Luque, de Fedelonjas, “por la dificultad que plantea la movilidad y el transporte público tanto en las principales capitales como en las ciudades intermedias, las familias ya no están dispuestas a vivir en los extramuros y prefieren apostarle a la usada para tener una mejor calidad de vida”. Esta tendencia incluso se registra en la vivienda VIS, donde creció más la venta de usadas que de nuevas.