Cuando lleguen esta semana al país, los gobernadores que hacen parte del Grupo de Trabajo por el Clima y los Bosques (GCF por sus siglas en inglés) se encontrarán con temas inquietantes para su reflexión. La Amazonia colombiana, que los acoge, ha sufrido un proceso de deforestación progresivo que, de acuerdo con la más reciente medición, se acercaba a las 220.000 hectáreas. Sabrán que el compromiso adquirido en Colombia, cuando firmó el Acuerdo de París, de reducir a cero la deforestación en 2020, está hoy rezagado entre otras cosas porque los flujos de cooperación internacional están sujetos a los resultados de las mediciones sobre reducción de emisiones de CO2, a cargo del Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono del Ideam. Le puede interesar: Greta Thunberg y las huelgas escolares contra el cambio climático El GFC, cuya XI Cumbre Mundial delibera el próximo jueves 2 de mayo en Florencia, Caquetá, está integrada por 38 miembros de diez países con bosques principalmente tropicales y hoy es la red más grande del mundo dedicada a promover el liderazgo subnacional en temas de bosques tropicales y clima. La cumbre será presidida por el gobernador de Caquetá, Álvaro Pacheco Álvarez, único representante de la amazonia colombiana en el grupo, y se realizará en la antesala de Cumbre Nacional de Gobernadores, organizada por la Federación de Departamentos, cuyo tema central será precisamente el impacto del cambio climático en el ecosistema y sus efectos en la vida de las regiones colombianas. Gobernadores de estados y departamentos de Brasil, Perú, Ecuador y Bolivia, así como líderes de otros países interesados en este tema, participarán en la cumbre mundial del grupo de trabajo de la GFC y pasarán revista a diez temas clave que hacen parte de la estrategia para la protección de la Cuenca Amazónica que alberga a un cuarto de todas las especies terrestres del mundo, produce el 2 por ciento de toda el agua dulce que desemboca en los océanos y es escenario de convivencia de aproximadamente 420 pueblos indígenas y tribales, 70 de ellos en aislamiento voluntario. Le sugeirmos: Así golpea el cambio climático a la economía mundial Estos son los puntos clave de la estrategia construida y consolidada durante cumbres anteriores que deliberaron en Río Branco (Brasil) y San Francisco (Estados Unidos), cuyos avances tendrán que revisarse a fin de establecer compromisos que permitan hacerlos realidad, por el bien de la Amazonia. 1. Economía sostenible: Generar incentivos económicos, de mercado y financiero, a las empresas que contribuyan a la preservación del bosque y la producción agropecuaria y agroforestal sostenible. 2. Sinergias contra las emisiones: Construir Alianzas público-privadas para detener la deforestación en el territorio de la Amazonía Andina. Su fundamento sería incrementar la productividad para generar mayores beneficios sin afectar los bosques y reducir las emisiones de CO2. 3. Hojas de ruta para el desarrollo rural: Generar planes de inversión que permitan desarrollar políticas públicas y privadas para reducir la deforestación, conservar los bosques, la biodiversidad y los servicios. 4. Planificar el uso del suelo: Establecer agendas colaborativas, con la participación de comunidades indígenas, para formular planes de sostenimiento ambiental y el uso del suelo, expuestos hoy la intensificación de la ganadería y los efectos de las industrias extractivas. 5. Mitigación y adaptación al cambio climático: Incentivar modelos de negocios y cadena de valor libres de deforestación para el fomento agropecuario, agroforestería, productos maderables y no maderables del bosque y restauración de paisajes con fines productivos. Vea también: Calentamiento global: nada que mejoramos