Ahora, los problemas registrados con Hidroituango, que debería entrar a operar este año, han vuelto a poner con los nervios de punta a más de uno no solo entre los expertos, sino en la industria y entre muchos colombianos que se preguntan si el país podría soportar una sequía como la de hace tres años. Paulatinamente, el gas está apareciendo como un soporte importante ante un eventual verano. La historia es así. Esta semana se concretó la llegada de 95.500 metros cúbicos de gas natural licuado (GNL) a la planta de regasificación del Caribe que entra a completar las reservas de tres importantes termoeléctricas en esa región. Lea también: Agro y sector energético en alerta por Fenómeno de El Niño Según Luis Miguel Fernández, gerente general de Termobarranquilla, este cargamento garantiza que el país tendrá un instrumento de reacción ante cualquier eventualidad. Según él, es claro que el país ha venido registrando este año varias situaciones que han puesto a prueba al sistema. La primera de ellas es el incremento en la demanda de energía, especialmente en la Costa Caribe. El repunte nacional que ha llegado a ser en promedio cerca de 4% este año, se explica básicamente por la mayor demanda industrial, con énfasis en el sector de explotación de minas. Pero en la Costa, el crecimiento, según Fernández, puede estar casi que en el doble de muchas otras regiones. A este incremento de la demanda de energía por cuenta de la recuperación industrial, se le suman factores exógenos como los atentados que han puesto en mucha tensión al sistema total. Así ocurrió en febrero pasado, cuando de manera urgente las térmicas debieron entrar en acción, importando gas. La planta regasificadora de la Costa ha permitido responder ante estas eventualidades. Según José María Castro, gerente general de la Sociedad Portuaria El Cayao (Spec), donde opera la planta regasificadora, esta infraestructura ha ayudado al país a ganar en confiabilidad, pues permite tener a disposición de las plantas termoeléctricas del país -que se encienden como respaldo a todo el sistema hidroeléctrico nacional- oferta de combustible prácticamente de cualquier parte del planeta. Hasta el momento se han recibido 6 cargamentos de GNL y se espera, que de ser necesario, llegue otro adicional antes de terminar el año. Todos estos recursos se destinan a fortalecer las reservas disponibles para poner a funcionar las termoeléctricas cuando el sistema lo requiera. Lea también: EPM versus Gobernación de Antioquia, así va el segundo round Se necesitan aproximadamente cinco días para que llegue un cargamento nuevo de gas, desde el momento en que se solicita, dijo José María Castro de Spec. Recientemente ha habido un debate sobre si el país debe potencializar su sistema con una nueva planta regasificadora en el Pacífico. La experiencia con la planta de la Costa muestra que probablemente el país debe comprar esta clase de seguros que le permitan pasar momentos críticos de suministro de energía. Algunas posiciones sugieren que tales inversiones no son necesarias, pues el sistema paulatinamente va a ser capaz de cubrir todas las necesidades de la demanda. Sin embargo, muchos factores están incidiendo sobre el sistema: la mayor demanda, los atentados, las demoras en Hidroituango y un eventual Fenómeno de El Niño en los próximos meses. Todo indica que para esta coyuntura el país ha logrado hacerse a un nuevo seguro con la planta regasificadora de la Costa. Hacia futuro y con ese panorama crítico en materia de generación y demanda de energía es claro que se deben buscar otras alternativas. Ese es un debate que hay que enfrentar pronto. Lea también: Las cuatro tranquilidades que dio EPM