Algarra, vocero de las empresas nacionales dedicadas a la fabricación de tapabocas termosellados, denunció que, “los importadores traen tapabocas de baja calidad, no pagan aranceles, ni arriendos, no asumen responsabilidades como pago de EPS, aportes a pensiones, Sena y fondos de solidaridad, en una evidente competencia desleal respaldada por el Gobierno”. “Hacemos un llamado al Gobierno nacional, para que reconsidere la forma en que están tratando a las empresas que hicieron reingeniería y cambiaron el modelo de negocio por cuenta de la pandemia”, dijo. El gerente de Inversiones Tecnográficas ITG Bioseguridad explicó que en estos tres meses se han garantizado las nóminas. Sin embargo, de seguir así, “pagando retención en la fuente, IVA a las telas y al lugar de funcionamiento, nos veremos abocados al cierre de nuestras empresas”, lo que aumentaría los índices de desempleo. Lea también: Sube precio promedio de la gasolina en 13 principales ciudades de Colombia El vocero de productores de tapabocas nacionales insistió en la necesidad de que el Gobierno muestre que tiene real interés en la reactivación y estabilización de la economía, y tienda la mano a la industria nacional. De acuerdo con Algarra, la inversión del sector supera los $8.000 millones. Sobre la generación de empleo, explicó que, para producir un millón de tapabocas termosellados de tres capas por día, se hacen turnos de ocho horas con 80 trabajadores, cada uno; además, hay 30 empleados en el área administrativa, junto con empleos indirectos, "pueden ser 1.000 personas entre productores de alambre, caucho, cajas, transporte, restaurantes, etc.”. Asimismo, reiteró la necesidad de desmontar el IVA para telas nacionales e importadas, y que los pedidos de las empresas estatales y entes gubernamentales sean diferidos a ocho meses o entregas mes a mes. Le puede interesar: IDU abre nueve procesos de licitación de infraestructura en Bogotá "Las cantidades exigidas no van a ser utilizadas en un mismo periodo de tiempo, tienen que planificar y proyectar. Además, el Invima debe encargarse de verificar que las empresas registradas sean fabricantes y que se suban al Secop II todos los pedidos de tapabocas para que sean públicos”, aseguró. El vocero de la industria de tapabocas en el país destacó que, pese a los altos costos de fabricación y de los bajos márgenes de ganancia, el producto nacional se vende a igual precio e inclusive menor, con altos estándares de calidad.