Las estadísticas de exportación no solo tienen en cuenta dónde producen inicialmente un producto, también en dónde lo procesan industrialmente y recibe valor agregado. Por esa razón, el CIA World Factbook (libro de datos mundiales de la CIA) indica que Alemania exporta más café que Colombia, y Suiza nos pisa los talones. Claramente en estos países europeos no hay ni una sola mata de café, pero sus grandes tostadores procesan el grano que traen de países como Colombia, lo tuestan, hacen mezclas, lo aromatizan y lo venden por todo el mundo o lo meten en cápsulas tipo Nespresso, de la suiza Nestlé.
Para los analistas del portal HowMuch.net los europeos se han concentrado en darle valor agregado al café porque tostarlo y aromatizarlo requiere mucha electricidad y agua, "recursos de los que carecen los países en desarrollo". Un argumento que no aplica para Colombia. La explicación tendría que ver más bien con la baja industrialización del país y el hecho de estar concentrado en exportar materias primas antes que productos con valor agregado. El portal sí tendría razón en que Alemania y Suiza han desarrollado una fuerte industria cafetera dada su ubicación geográfica, pues están en medio de los consumidores de mayor poder adquisitivo No obstante, el principal importador de café en el mundo, Estados Unidos, el año pasado compró US$5.700 millones, lo que equivale a 18,5% de todas las importaciones globales. Además, aumenta su consumo. El número de estadounidenses que dicen tomar una tasa diaria de café llegó a 64% el año pasado, el nivel más alto desde 2012. Caficultores
Mercado concentrado Brasil, Vietnam y Colombia representan 32,7% de las exportaciones mundiales de café. Cualquiera de los tres produce más que todo el continente africano, de donde proviene esta planta. Etiopía, cuna del grano y mayor exportador de café en África, ni siquiera llega al Top 10. El mercado internacional es muy disperso, pues 17 países contribuyen cada uno con entre 1% y 5% de la producción mundial.