Para muchas personas en países occidentales es inconcebible pensar que hay naciones que no celebran la Navidad. Pues mientras de esta lado del mundo diciembre es sinónimo de adornos, compras y familia, en muchos otros lugares este un mes como cualquier otro.
La gente incluso tiende a pensar que así algunos no decoren sus casas, sí aprovechan estas fechas para cenar el 24 y 25 de diciembre o para darle a los niños los regalos que "trajo el niño Dios". Pero eso no es cierto. Aunque por la globalización y el consumo, este tipo de rituales están cada vez más extendidos hay países en los que está incluso prohibido hacer alusión a este ritual que celebra el nacimiento de Cristo para los católicos.
Estos son los principales países en los que por razones políticas, morales o religiosas no se festeja la Navidad. Arabia Saudita:
Este país ubicado en Asia Occidental es una de las naciones musulmanas que no celebra la Navidad. Los que lo hagan se someten a persecuciones, detenciones y multas. La minoría cristiana en el país está obligada a celebrar en privado. Ninguna demostración pública está permitida. Nadie, ni cristianos, musulmanes o visitantes pueden festejarla.
De hecho, en 2012 más de 35 personas fueron detenidas por la policía religiosa árabe por orar en Navidad. Argelia:
El 98 por ciento de los ciudadanos de Argelia, norte de África, también profesa el Islam. Aunque sus reglas son mucho más laxas que las de Arabia Saudita, cualquier demostración religiosa cristiana excesiva es considerada inmoral. Irán:
En Irán pasa algo paradójico y es que aunque no se celebra la Navidad, el gobierno ha destinado algunas zonas públicas específicas para que los creyentes puedan realizar sus fiestas navideñas. El país queda en Oriente Medio, junto al golfo Pérsico, su nombre dice todo sobre sus costumbres: República Islámica de Irán.
Tayikistán:
Ubicado en Asia Central, esta nación se independizó de la Unión Soviética en 1991 y el 98 por ciento de su población, al igual que en Argelia, es musulmana. Sus fronteras son con Afganistán, China, Kirguistán y Uzbekistán. Del bloque soviético, fue uno de los últimos en prohibir las tradiciones navideñas. Los árboles de Navidad, la entrega de regalos y los disfraces de Papá Noel, están totalmente prohibidos. Brunéi:
Este pequeño país asiático es uno de los más estrictos en todo sentido, cualquier rasgo de insubordinación al rey puede ser castigado incluso con la pena de muerte. Las únicas fiestas religiosas admitidas son las del Islam. Lo demás debe hacerse en privado y con total discreción. Corea del Norte:
El dictador de Corea del Norte, Kim Jong Un decidió abolir las reuniones relacionadas con el alcohol, el canto y el entretenimiento en 2016. Es decir, cualquier tipo de reunión que agrupara a muchas personas. Aunque la medida no fue tomada contra la Navidad particularmente, de forma inmediata esta festividad también pasó a estar prohibida.
De todas formas, en algunos lugares de las grandes ciudades, como en Pyongyang, se pueden ver árboles de Navidad, luces y renos como símbolo de este evento. Sin embargo, las figuras de santos o dioses están explicitamente censurados. El 25 de diciembre lo único que se puede celebrar públicamente es el cumpleaños de la abuela de Kim Jong Un. Somalia:
El gobierno de Somalia prohibió las fiestas de Navidad argumentando que son contrarias a la “moral musulmana” y que “no tienen nada que ver con el Islam”. A pesar de que muchos otros países del cuenco africano no tienen problemas con la diversidad religiosa. China:
El gigante asiático es uno de los que más ha cambiado con la globalización. La Navidad todavía no es considerada una Fiesta oficial, pero la Navidad en la República Popular China es cada vez más aceptada, ya sea en la decoración de los hogares o en el comercio. Para muchos de ellos es una forma de recibir el año nuevo occidental.
Sin embargo, su fuerte cultura, marcada por el confucionismo, el budismo y el taoísmo, hace que todavía el evento principal sea el recibimiento del Año Nuevo Chino semanas después del 31 de diciembre.