La tumultuosa década de los sesenta partió en dos la historia política de Estados Unidos. El optimismo que se apoderó de algunos sectores con la protesta pacífica contra la guerra de Vietnam y el movimiento por los derechos civiles de las comunidades negras, contrastó con el magnicidio de grandes líderes como John F. Kennedy y Martin Luther King Jr. El asesinato de Robert Kennedy, favorito en la campaña presidencial de 1968, terminó con la esperanza de esos años y el triunfo de Richard Nixon en las elecciones del siguiente año definieron para siempre el rumbo del país.La carrera política de Robert Kennedy empezó a la sombra de su hermano, John F. Kennedy como consejero y director de su campaña al senado en 1952 y posteriormente a la presidencia en 1960. Cuando ganaron las elecciones, Bobby, como lo llamaban sus amigos, asumió el cargo de fiscal general durante los tensos años de la revolución cubana y la crisis de los misiles. Diez meses después del asesinato de su hermano, renunció al cargo y se presentó como senador por Nueva York. Tres años más tarde decidió lanzarse a la contienda por la candidatura presidencial del Partido Demócrata, que tomó especial fuerza con el anuncio del entonces mandatario Lyndon Johnson de no presentarse a la reelección.Para leer completo Robert Kennedy: el asesinato que cambió el rumbo de Estados Unidos, haga clic aquí.