A pesar del mal genio de los bogotanos por los trancones, la inseguridad, el estado de las calles y ahora hasta el invierno, la satisfacción del alcalde Enrique Peñalosa va en aumento. La razón está en el apoyo a su gestión que, según las más recientes encuestas, sube como espuma. Según el Gallup Poll, el alcalde tuvo su punto más bajo en abril de este año cuando apenas llegó a un 18 por ciento de favorabilidad y a un 77 por ciento de desfavorabilidad. Al finalizar octubre su labor era aprobada por un 40 por ciento y desaprobada por un 52 por ciento. Si esta tendencia continúa Peñalosa tendrá en tres meses una imagen positiva superior a la de Antanas Mockus en marzo del 97 cuando presentó su renuncia.