El docente de OBS Rut Abad Mijarra señaló que “la pandemia está dejando heridas profundas en la aviación comercial con una disminución de 55% con respecto a 2019, reflejado en 90% menos en tráfico de pasajeros y una contracción aproximada de US$314.000 millones, de los cuales US$18.000 millones se estiman en Latinoamérica, donde se ha paralizado un 97% del sector”. “Al considerar al Caribe, representa US$77.000 millones y 3,5 millones de puestos de trabajo perdidos, mientras que solo en Estados Unidos hay US$304.000 millones y 2,6 millones de empleos menos”, advirtió. OBS Business School recuerda que varias firmas del sector han debido cerrar operaciones de manera definitiva como South African Airways (SAA) o Tame en Ecuador, “aerolínea de bandera que después de más de 50 años de operación cerró”. Visite: Aviadores de Avianca piden al Gobierno reactivar labores en el sector  “En su portafolio estaban 900 trabajadores y pérdidas por 400 millones de dólares. A ella, se suman otras compañías como Comair en Sudáfrica; Flybe en Inglaterra; y cuatro filiales de Norwegian Air Shuttle en Suecia y Dinamarca”, agrega. Como parte de esta crisis, las empresas han tenido que recurrir a los despidos como en el caso de Air Canada, que dimitió a 19.000 personas, “lo que es más de la mitad de su personal”. Pero no es un caso aislado ya que British Airways despidió al 30% de su planta; Delta Air Lines efectuó 10.000 despidos voluntarios (11%); EasyJet (30%) y SAS (40%). Además, United Airlines prescindió de 3.450 colaboradores; Virgin Atlantic de 3.150; Ryanair de 3.000; Aer Lingus de 900; Icelandair de 2.000; Brussels Airlines de 1.000; Wizz Air de 1.000 y Fiji Airways de 758. Así mismo, “las dos aerolíneas más grandes de Latinoamérica, Latam y Avianca, se acogieron al Capítulo 11 del código de Bancarrota de EE. UU., accediendo a que el total o parte de sus operaciones económicas y el proceso de reorganización queden bajo supervisión de un tribunal estadounidense, como lo hicieran United Airlines, Delta y American Airlines durante la crisis posterior al 2008”. El miembro del grupo de investigación de Iditur Ostelea, Wilson Hoyos, comentó que Latam, la aerolínea más grande de la región, “despidió a 1.850 trabajadores entre Chile, Ecuador, Colombia y Perú de un total de 43.000 funcionarios”.  “La organización cubre 145 destinos en 26 países, operaba 1.400 vuelos diarios, alcanzado más de 74 millones de pasajeros anuales. Su cotización en bolsa perdió 90% del valor en el transcurso del 2020, su capitalización bursátil pasó de 12.000 millones en 2012 a 525 millones”, apuntó. Recomendado: La deuda amenaza a las aerolíneas tras cese del tráfico aéreo  Una reapertura gradual El estudio hace un recuento de la reapertura gradual del sector en el continente y, en este sentido, destaca que Colombia espera reabrir sus aeropuertos en septiembre, mientras que Ecuador anunció la operación de los aeropuertos al 30%, aunque las dos principales aerolíneas en esa términal (Latam y Avianca) retomarán operaciones el 15 de junio. Copa Airlines, con base en Panamá, empezará operaciones el 26 de junio de manera progresiva y hasta alcanzar el 40% para finales del 2020. Por su parte, Delta lo hará de Salt Lake (EE. UU.) a Ciudad de México con 15% de la operación. En Brasil se han postergado las subastas de 43 aeropuertos para el 2021, así mismo se anunció el uso del Fondo Nacional de Aviación Civil (FNAC) para cuidar a la industria. “A la lista de empresas de la región con probabilidades de impago se suman Grupo Aeroméxico SAB, Azul SA y Gol Linhas Aereas”, según el reporte.  ¿Cómo será volar en el futuro? Hoyos prevé que el futuro de los viajes puede incluir variantes como llegar al aeropuerto solo, uso de mascarillas en aeropuerto, counters con plexiglás, entrada y salida del avión por pasarelas y orden de embarque en función del asiento (ventanilla, centro y, por último, pasillo). Asimismo, visualiza protocolos para mover a los pasajeros de asiento para lograr que estén lo más distanciados posible, equipos de protección para la tripulación, “coronakits” para cualquier emergencia y hasta la limitación, modificación o suspensión de la entrega de bebidas, alimentos y otros productos. Visite: Unión Europea planea reabrirse al mundo en julio de 2020