Poética. Es la palabra con la que se podría describir la desafortunada muerte de María Isabel Murillo, conocida por los colombianos como Misi. Al terminar el estreno de su última producción 30 años de Navidad, ella subió al escenario y pidió a los artistas que participaron en la obra que la acompañaran a dar los agradecimientos al público. De repente, sin causa aparente, se desplomó. La confusión reinó en el Teatro Colsubsidio, sus compañeros de obra corrieron a socorrerla y tiempo después fue llevada a la clínica Méredi, en donde los médicos confirmaron su muerte. El pintor Alfonso Ariza, quien en el último año se había vuelto uno de los amigos más cercanos a Misi, le dijo a SEMANA: “No se cómo explicarlo pero en el momento que la vi desplomarse supe que se había ido”. Puede leer: Gracias, Misi: una columna de Emilio Sanmiguel De acuerdo al reconocido artista, su amiga murió feliz y haciendo lo que la había apasionado durante más de 35 años: “Pese a la tristeza que a todos nos embarga, creo que la despedida que ella hizo fue maravillosa. Cuando me encontré con ella en el intermedio me abrazó y me dijo: ¡Qué felicidad! ¡Qué felicidad! ¡Qué felicidad! Y por eso creo que en honor a esas palabras no hay que sentirnos tristes, sino participar de esa felicidad, a pesar del dolor de su partida”. Precisamente esa es la palabra con la que la asociaban sus amigos, familiares y artistas que la conocieron. “Desde que la conocí, siempre pensé que su vida estaba dedicada a la felicidad, a ser feliz ella y a tratar de dar felicidad a los que la rodeaban. De eso se trataban sus obras”, afirmó Ariza. En un país donde promover y montar musicales de gran factura no es facíl, Misi, se había convertido en la promotora más importante de este género. En sus 35 años de carrera, y con más 30 obras producidas, ella era un referente para la cultura y el entretenimiento colombiano, en especial por apoyar el talento de niños y niñas. El valor de su labor era reconocido tanto en Colombia como en el mundo. Como parte de la celebración de los 30 años de la fundación de la compañía de teatro Misi, María Isabel presentó “Ella es Colombia” el musical que rendía tributo a los pintores, músicos y escritores del país. Una obra que para varios expertos ha sido una de las puestas en escena más ambiciosa del país. De acuerdo con las palabras de homenaje a Misi pronunciadas por el presidente Iván Duque hoy en su taller Construyendo País, esta obra iba a ser parte de una gira internacional para mostrar la parte de bella de Colombia. “Con ella veníamos trabajando para poder llevar a varios escenarios del mundo, con el apoyo del sector privado, esa obra que recientemente diseñó y presentó, que se llama Ella es Colombia. Yo quiero que todos le brindemos un homenaje a María Isabel Murillo", dijo el presidente. Y hace un año dio una charla TED en la que hablaba sobre la importancia de crear seres humanos integrales a partir de arte y la cultura y en la que fue ovacionada por el público
A raíz de la conmemoración de los 20 de Producciones Misi, en 2007 la periodista de SEMANA Carolina Vegas escribió un perfil de ella, en la que se cuenta los pormenores de la vida de esta pedagoga en música que alegró la navidad de los colombianos con sus obras. “En los musicales, si las palabras no alcanzan a expresar lo que vive el personaje, se canta. Y cuando la canción se va quedando corta, entonces se baila. Todo es una explosión de música, colorido y adrenalina". María Isabel Murillo, más conocida como ‘Misi‘, dedicó su vida a ese mundo de las tablas. Y en 2007 celebró los 25 años de la creación del coro infantil Timpanitos y los 20 de su escuela de formación artística que se convirtió en la base de la primera compañía de teatro musical del país. Misi desarrolló su cariño por la música desde cuando estaba en la cuna, cuando sus padres, Hernando Murillo y Josefita Samper, hacían sonar los grandes compositores clásicos para arrullarla. "Mi infancia estuvo absolutamente llena también de jazz, boleros, música cubana y Navidad", le contó Misi a SEMANA. Como desde pequeña fue una apasionada de esa época del año, creó un personaje muy original llamado Juan Navidad, lo que la impulsó en la escena del teatro colombiano. Con obras como Un sueño de Navidad y Camino a la Imaginación se convirtió en una de las mayores atracciones para las familias durante las fiestas decembrinas, sobre todo porque el elenco en su mayoría estaba compuesto por niños. Todo comenzó, precisamente, por amor a los niños. Después de estudiar educación preescolar y pedagogía musical empezó a componer canciones para pequeños y creó el coro infantil Timpanitos. "Don tomate está muy triste/ porque no pudo ir a comprar/ un gorrito que le hacía falta/ para poderse casar" y "Don Conferencio Tintero/ se ha vuelto usted un gruñón/ enclenque y paliducho/ por no salir al sol", cantaban de corazón los infantes criados en los años 80. "María Angélica Mallarino me llamó al conocer los primeros discos de Timpanitos y me dijo que le ayudara a hacer la música de ‘Pequeños Gigantes‘. Después nació ‘Imagínate‘". Ambos programas marcaron la infancia de muchos jóvenes colombianos. Juntas crearon entonces la revista musical Soñando Canciones en 1986 y Misi descubrió que su razón de ser en la vida era el teatro. Es mucho el camino recorrido en tres décadas. El paso más importante fue crear la compañía de producción artística en 2000, que se estrenó con West Side Story. Desde entonces también montó El guardián de la Navidad, Annie, El Mago de Oz, Fuego, Grease y Jesucristo Superestrella, que según Misi la consolidó con los mayores. "Yo creo que finalmente se logró que la gente viera que esto ya es toda una compañía. La gente está convencida de que Misi es niños y ya hace un buen tiempo que no es sólo eso". Para celebrar por lo alto aquel tan especial año (2007), el 20 de septiembre estrenaron Wow, El musical, un gran recorrido por las obras de Broadway; y en diciembre se reunieron todos los que pasaron por ese escenario en aquellos primeros 20 años, en un espectáculo llamado Son las 12, es Navidad. Varios de los jóvenes artistas de la compañía comenzaron su carrera cuando niños en la escuela y algunos están desde el principio. "Misi es como una segunda mamá para nosotros. Todos le debemos unas gracias inmensas por permitirnos crecer en lo que nos gusta", dijo a SEMANA Patricia Bermúdez, de 26 años, que viene participando en las obras desde los 11. María Isabel no tuvo hijos, pero aseguró en vida que la compañía, más allá de ser una empresa, se convirtó en una gran familia, "realmente habría sido maravilloso tener un hijo, pero creo que entonces esto no existiría y eso sería muy doloroso para mí". El proyecto de vida de ella y de su esposo, Arturo Tovar, fue la escuela de teatro musical y la compañía. Aunque el cartel llevaba el nombre de ella, él fue vital para el proyecto. Estuvo al frente del departamento financiero, se encargó de la producción y de los libretos de las historias originales que crearon entre ambos. Juntos lograron construir también una relación que respetó los espacios y en donde, como contó Arturo, "hemos logrado ser claros en que una cosa es el trabajo, y otra, la relación. Claro que hay momentos difíciles, pero no quedan resentimientos". A Misi le brillaban los ojos al hablar de él y repetía una y otra vez que además de ser su compañero en todo el sentido de la palabra, era sobre todo su polo a tierra. Era quien facilitaba que ella, una soñadora empedernida, aterrizara los proyectos para que fueran viables. Otra pieza importante fue Rob Barron, director artístico y coreógrafo que trabajó junto a Misi. "Ella me llamó para hacer unas obras con niños y a mí eso en verdad no me interesaba. Pero insistió tanto, que al fin fui a verlos y mi corazón cayó en ese instante", confesó Rob a esta revista. Aunque residía en Los Ángeles, venía todos los años a preparar las funciones y su gran experiencia en musicales en Estados Unidos fue fundamental en la educación de estos artistas colombianos. Misi, la mujer a la que le encantaban las frutas, las ensaladas y los postres, aceptó en su momento que la experiencia de los años la había cambiado bastante. "Hasta hace un tiempo tenía fama de ser muy brava y aunque asegura que sigue siendo estricta, cree que ‘he desandado mucho camino en la medida en que al principio el miedo y la inseguridad te hacen aparecer mucho más furiosa‘", se lee en el perfil que de ella se publicó en SEMANA. Allí mismo se dice que en su tiempo libre, que no era mucho, a Misi le gustaba meditar y hacer reiki. Aseguraba que uno de los aprendizajes más duros había sido tener que decir que no a las personas que no tienen suficiente talento, y que lo hacía por respeto, para evitar que se sintieran mal encima de un escenario. Dentro de su filosofía de vida la mejor enseñanza que les dejó a sus alumnos era "todo el mundo sin excepción tiene una luz. Si tu luz no brilla por la parte artística, hay que encontrar por dónde es. Porque finalmente el éxito en la vida no es nada distinto a la capacidad de ser feliz". La velación se llevará a cabo desde este sábado a las 2:00 p.m. hasta el lunes 26 de noviembre a las 11:00 a.m. en la Funeraria San Juan de Ávila, en la calle 136 # 18-85. Y la misa será en ese mismo lunes a las 2:00 p.m. en la iglesia Santa Clara de Asís, en la calle 98 # 9-04.