¿A quién no le ha pasado, sobre todo cuando son cachorros? Llegas después del trabajo y encuentras tu “casa patas arriba” y el responsable de la fechoría escondido. Esta vez no sale con la misma efusividad, más bien tiene su cola entre las patas, camina más lento y su contacto visual es casi nulo, que cuando lo hace te hace esa mirada irresistible que traducimos como un “lo siento”, pero ¿realmente lo sienten?Un reciente artículo publicado por la revista Scientific American explica que las emociones que se evidencian en los animales son los primarios como la felicidad y el miedo, mientras que las secundarias como los celos, el orgullo y la culpa no son propias de nuestros peludos. Estas últimas son asociaciones que nosotros hemos dado bajo nuestra interpretación, a veces errada, de ciertos comportamientos que nos podrían hacer creer esto.Te recomendamos leer: Si tu perro presenta estos síntomas, padece ansiedad
Esta es una especulación razonable, dado que los propietarios tienden a regañar a sus perros menos si ellos "actúan culpable". Si este fuera el caso, las conductas culpables podrían ser simplemente el resultado de una asociación aprendida entre un estímulo (como basura en la alfombra) y el castigo inminente. Ellos no sienten arrepentimiento, simplemente y de acuerdo a la observación que han hecho de sus dueños con el tiempo saben que si actúan de determinada manera no habrá castigo o será menor.*Video viral de pitbull "arrepentido" por romper la plantilla de un zapato
Crédito: You Tube Daniel MatinoUn grupo de investigadores de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest, dirigida por Julie Hecht y publicado en la revista Applied Animal Behaviour Science encontraron que una mirada y todo el otro lenguaje corporal que nos podría hacer creer su sentimiento de culpabilidad es simplemente porque saben que sirve para reducir la duración de la interacción social negativo. Es una respuesta aprendida.Te puede interesar: Las 10 cosas que más odian los perros de los humanosPara llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron un experimento que respondió dos preguntas:1) ¿Un perro saluda a su dueño de manera diferente cuando se ha portado mal en ausencia propietarios? 2) ¿Los dueños saben si un perro se ha portado mal basándose únicamente en su saludo?A lo largo de su experimento no encontraron ninguna diferencia significativa entre los perros obedientes y desobedientes (conductas asociadas) después de haber tenido la oportunidad de romper una regla en las ausencias de los propietarios. Algunos perros actuaron “culpable” a pesar de que no hicieron nada malo, mientras que otros que se portaron mal recibieron a sus propietarios de la misma manera que siempre lo hacen.Mira también: ¡Confirmado! Los perros se parecen a los dueños en lo físico y en la personalidad
Isabel Cristina Correa, etóloga y entrenadora canina de Latimos, asegura que no existe como tal un sentimiento de arrepentimiento. Los perros aprenden por un sistema condicionamiento clásico y condicionamiento operante, así que explica que ellos entienden que después de hacer varios daños habrá un regaño.“Ellos hacen una lectura de que siempre que se levanta la voz y que con ciertas posturas hay algo mal. Estas actitudes les generan temor y su respuesta es más por ese miedo, nosotros asimilamos esto como arrepentimiento, pero es por condicionamiento”, explica la experta.*Video viral de perro que se esconde por romper la basura
Los perros aprenden a distinguir las conductas que su dueño considera correctas de los comportamientos incorrectos si se les castiga inmediatamente después de haber hecho algo malo, dice la doctora Bonnie Beaver, profesora del Instituto de Veterinaria de la Universidad de Texas A&M (EE.UU.). "Cuanto más tardemos en regañarlo, más débil será la asociación que establezca el perro entre su travesura y el castigo”, añade la docente. No dejes de ver: Por qué los perros nos conocen más que cualquiera
Foto: 123 RFIgulmente Catalina Mejía, médica veterinaria, magister en etología y docente de la universidad CES, asegura: "Los animales viven libres de ego y en un eterno presente, por lo que es poco probable que tengan ese tipo de emociones. En algunas ocasiones los animales manifiestan posturas y actitudes q los humanos tendemos a interpretar de forma equivocada por desconocimiento del lenguaje canino y que lo que en muchas ocasiones pretende el animal es apaciguar el enojo de los propietarios".