Tenemos que admitirlo, en algún momento nos ha pasado que en medio del calor del ambiente, llega el momento de pasar a segunda base con la persona con la que estamos saliendo. Del trago a los besos y de ahí a las caricias sexuales nada lo puede parar, excepto la mirada de tu mascota.Tienes dos opciones: o sigues como si nada o tomas cartas sobre el asunto y lo sacas de la habitación. Eso sí depende de cada quien y de la comodidad de las dos personas; aunque a decir verdad, si a uno no le molesta pero al otro sí y no dice nada, ese momento ya perdió toda su magia.Te puede interesar: ¡Confirmado! Los perros se parecen a los dueños en lo físico y en la personalidad

El acto sexual se puede dañar porque o tú o tu pareja no se sienten cómodo mientras que tu perro o tu gato observan fijamente. Además, porque en muchas ocasiones es justo ahí cuando tu mascota se muestra más curiosa y su mirada se siente prejuiciosa.Inmediatamente, pierdes la concentración en disfrutar lo que está pasando o a punto de pasar  y pasas a cuestionarte: “¿Qué estará pensando?”, “¿Por qué no deja de mirarnos?”, ¿Entenderá que estoy teniendo sexo? Y eso en el mejor de los casos, en el que tu mascota es solo voyerista, porque y qué hacer cuando se pone de curioso.

Antes que nada, debes analizar también la situación para él, si por ejemplo el perro duerme contigo todas las noches y justo de la nada llega alguien a adueñarse de ese espacio y aparte de todo a estar con su dueña. Es decir, por un lado es entendible que tu perro te juzgue ¿o no?No dejes de leer: Los dueños de gatos son más propensos a ser sometidos sexualmenteA la pregunta que probablemente te hacías de si eran conscientes del acto, la respuesta es sí,  o acaso olvidas sus súper sentidos y que cuando tenemos relaciones sexuales hay un intercambio de fluidos, pero sobre todo las hormonas están literalmente a “flor de piel” y esto es instintivamente atrayente para ellos.De hecho, hace unos días en 4 patas hicimos un artículo sobre el curioso comportamiento en el que los perros huelen las partes íntimas y la principal razón es que ellos están olfateando información básica del otro como sexo, edad, salud y estado de ánimo de las personas, además de información sexual de la persona. 

Crédito: Facebook Curtis Lepore¡Pilas! Si tu perro no es voyerista, es decir de los que solo se queda viendo, sino que se entromete, pueden ocurrir dos cosas: La primera y tal vez menos grave, pero no menos incómoda, es que se acerque atraído por los olores para olfatear con más intensidad y hasta lamer. La segunda cosa que puede ocurrir es que se torne agresivo, se sienta celoso y por defender su territorialidad ladre y se torne ansioso.

Te recomendamos: Los perros te pueden salvar de un mal amigo o un mal novioPor lo tanto, para evitar todas estas situaciones, lo mejor es que antes de tener relaciones sexuales, saques con gentileza al perro o el gato del cuarto y si es posible entretenlo con sus juguetes favoritos o un delicioso snack. Por nada del mundo, lo vayas a encerrar en otro cuarto o en el baño, ya que complicarás las cosas y no podrás estar tranquila mientras el perro no deja de ladrar. El encierro para ellos es estresante, así que buscarán la forma de hacerlo saber como ladridos, aullidos o rasgar las cosas.