Encontrar historias que te lleguen al alma no tiene precio y hoy queremos destacar la labor de Manuela Rodríguez, directora de la fundación Huellas de Amor, ubicada en Pereira y quien desde hace seis años se dedica junto con un equipo de personas a rescatar o recoger animales enfermos, recuperarlos, rehabilitarlos y entregarlos en adopción.Solo con estas labores, su trabajo ya es admirable, pero cobra mucho más sentido cuando en su misión también está abrirles las puertas a perros en condición de discapacidad que por un pasado lleno de abusos o porque fueron rechazados por sus enfermedades o malformaciones son abandonados sin ningún reparo. Su refugio hoy ya alberga 13 perritos con esta condición, de 122 animales que hay en total.Te recomendamos leer: De perro abandonado a perro monje. Él es “Fray Bigotón"

Una vez ingresan a este refugio, los perritos inician un proceso de rehabilitación y terapias para alivianar su dolor e intentar mejorar su calidad de vida. Unas de las acciones que hacen los integrantes de esta fundación es ayudarles con masajes para que se acostumbren a unas sillas de ruedas para que puedan recuperar su movilidad.Manuela nos contaba que al principio, y en parte por la carencia de recursos económicos, eran ellos mismos quienes fabricaban las sillas de ruedas con materiales como tubos de PVC, pero estos, al no ser tan resistentes, con el paso del tiempo se deterioraban y dejaban de funcionar.  Como en todas las titánicas tareas, siempre hay retos. El terreno en donde se encuentra el refugio es una donación que recibieron hace dos años, en donde han tenido que enfrentar obstáculos como un vecino que ha buscado desalojarlos, pero no lo ha logrado y lo abrupto del lote que para los perritos en sillas de ruedas ha sido un problema.

Te puede interesar: Ordenan desalojar fundación con 380 animales rescatados del abandonoGracias a eventos y donaciones, las cuales no necesariamente han sido dinero, sino que también han sido materiales de construcción como: bultos de cemento, arena, ladrillos y tejas, este refugio poco a poco ha ido mejorando las instalaciones físicas. De hecho, una de las más recientes mejoras fue la adecuación de un suelo con una capa especial  para que los perritos con sillas de ruedas se puedan mover con comodidad.

“En nuestro refugio tenemos el apoyo incondicional de la doctora Maribel Toro, ella siempre se ha encargado de todos los “huelleritos”. La mayoría, la verdad antes de ingresar, pasan un tiempo en una clínica veterinaria, en donde se esterilizan y se vacunan para después traerlos al refugio”. Nos contó Manuela.Mira también: Prótesis para extremidades de perros y gatos

La realidad de los “Campeones de la vida”Si un animal callejero es rechazado por la sociedad y solo en contadas ocasiones estos criollitos consiguen hogar, el panorama para los que están en condición de discapacidad es desalentador. En la entrevista Manuela nos contaba que lamentablemente en todos estos años, nadie ha querido adoptar a estos campeones.

“Las personas todavía tienen esa desinformación de que ellos son un encarte o que son deprimentes. Las personas que vienen a nuestro refugio se dan cuenta que son unos perros llenos de energía, corren incluso más que un perro que camina normal; sin embargo, aún no hemos encontrado la persona que se anime a llevar alguno”, aseguró la directora del refugio.No dejes de ver: Naki’o, el primer perro biónico. La historia de un milagroManuela y todo su equipo de voluntarios se las arreglaron para encontrar en Colombia donde se fabricaban estos aparatos.  En internet encontraron la página www.sillasderuedasparaperros.com y desde hace un tiempo las compran por este medio; aunque implican gastos entre $150.000 y $300.000 dependiendo del tamaño, dinero que tienen que conseguir por donaciones. 

**Fotos: Corteseía Manuela Rodríguez/ Vídeos: Facebook Huellas de Amor