Estas son algunas de las muchas historias que recibimos de nuestros lectores y de sus mascotas rescatadas: testimonios que confirman que siempre vale la pena arriesgarnos para darle a un animal una segunda oportunidad.A Nala la despojaron de su manada por ser la única hembra. Sus propietarios pensaban sacrificarla porque era difícil que alguien la comprara. Con tan solo tres meses, presentaba anemia, problemas de piel, parásitos intestinales y parvovirus. Buscamos ayuda, pero el veterinario nos dijo que sus posibilidades de sobrevivir eran pocas. Nala fue hospitalizada durante una semana: buscamos los mejores medicamentos y seguimos al pie de la letra las indicaciones. No obstante, la lucha hasta ahora empezaba, pues el virus afectó gran parte de su intestino y como consecuencia la absorción de alimentos era mínima. Durante los siguientes meses, Nala permaneció medicada y fue necesario utilizar medicina homeopática y terapias para reconstruir su sistema digestivo.Mientras su tratamiento transcurría, Nala compartía con su hermana mayor, Luna, que la cuidaba y le enseñaba a socializar. Luna es una mezcla de Pinscher y Schnauzer. Fue encontrada en la calle, luego de ser atropellada, cuando tenía dos años. Con su patita sangrando, deambulaba por la calzada y se acercaba a las personas intentando encontrar ayuda, pero solo la ignoraban. Se nos acercó y, al ver que la iba a atacar un perro más grande, sin dudarlo la recogimos. Luego de tantos tratamientos y visitas al veterinario, nos propusimos disfrutar la vida junto a Luna y Nala. Las dos nos han cambiado la vida. Nos han inspirado a vivir de una manera más aventurera, más sana, más divertida y más perruna.
Foto: Tatiana Robayo.Esto es lo que debes hacer para denunciar un caso de maltrato animal y se haga justicia.Conoce más historias de rescate animal aquí: