No nos digamos mentiras, los niños también pueden ser bastantes crueles cuando se lo proponen y hoy en día con el auge de las redes sociales el bullying se puede presentar de diferentes formas y que de igual manera desencadena en el sufrimiento de una persona.Lamentablemente y en especial las nuevas generaciones sufren por no encajar en los estándares de belleza, por ser rechazados por sus diferencias físicas, ideológicas o sexuales. Por fortuna, también se ha avanzado en estudios para el entrenamiento de perros para que ayuden a superar pasados violentos y esto sin duda es otra razón para amarlos más.Te recomendamos leer: Las mascotas, la mejor cura para la depresiónHace unos días, por ejemplo se dio a conocer el caso de Carter Blanchard, un niño de 8 años de Arkansas, Estados Unidos y quien hace dos años descubrió que en su rostro empezaron a crecer unas manchas blancas. El diagnóstico: vitíligo.Esta enfermedad ocurre cuando se destruyen los melanocitos, que son las células que producen el color o el pigmento de la piel ocasionando que la persona o el animal tengan grandes manchas generalmente de color blanco. Aunque no se considera una enfermedad mortal, en la actualidad se sigue trabajando para descubrir el origen y la cura.Desde que este pequeño niño descubrió su enfermedad su vida cambió. Perdió confianza en sí mismo y se aislaba de los demás compañeros de colegio porque se sentía distinto, rechazado. Entró en una fuerte depresión.Mira también: Los perros te pueden salvar de un mal amigo o un mal novioStephanie Adcock, madre del niño, dijo en una entrevista a ABC News que "Un día lo iba llevar al colegio y la primera cosa que me dijo cuando entró al coche era que odiaba su cara y odiaba la manera en que se veía". Ahí esta mujer se dio cuenta que tenía que hacer algo para ayudar a su hijo.Buscando ayuda en internet se encontró con la historia de Rowdy, el labrador que es famoso en redes sociales porque parece un oso panda debido al vitíligo, la misma que sufre el niño, así que Stephanie se le ocurrió la idea de que tal vez si se conocieran sería un impacto positivo para Carter.
Esta madre preocupaba se puso en contacto con Niki Umbenhower, la dueña de Rowdy para explicarle que su hijo estaba muy deprimido por las afectaciones en su piel y que consideraba que el perrito podría ser una buena terapia. Esta mujer no tuvo ningún problema y aseguró que serán bienvenidos.Sin embargo, esta familia tenían dos grandes problemas: ellos estaban en Arkansas y el perro en Oregon, además, tampoco tenían el dinero para costear el viaje. Por fortuna, Alguien se enteró de la situación y de manera anónima donó los 5.000 dólares que costaba el traslado. Y allá viajaron madre e hijo. Cuando Carter vio al perro, su mundo cambió.
"No existía nadie que lo hiciera sentir mejor. Hasta que llegó Rowdy. Tenía que ser un perro. Cuando llegamos sentimos que ya habíamos estado ahí. Eran familia para nosotros. Nos dimos cuenta de que Rowdy percibió toda esa energía y nos recibió muy bien", contó la madre entre lágrimas.Además lee: Albatros, el perro que detecta venenos en parques. ¡Un héroe canino!Desde que llegaron, Carter abrazó y mimó a Rowdy durante dos horas y no se separaron en toda su estadía. Sin embargo, el niño bromea con que no es todo perfecto: "Necesita más manchitas en su espalda", le dijo a la cadena estadounidense ABC.**Fotos: Instagram @white_eyed_rowdy