La tos de las perreras o traqueobronquitis infecciosa canina es una de las enfermedades más comunes en perros. Al igual que la gripa que afecta a las personas, esta patología tiene múltiples causas que pueden ir desde virus, bacterias y micoplasmas, hasta hongos y parásitos. Dentro de todos los agentes infecciosos, el virus de la parainfluenza canina y la bacteria Bordetella bronchiseptica son los más comunes. Los perros la adquieren al inhalar agentes infecciosos en ambientes contaminados. Es una enfermedad altamente contagiosa y muy común en entornos con perros de diferentes edades como clínicas veterinarias, hoteles y colegios caninos. De hecho, es uno de los problemas respiratorios de mayor consulta en las veterinarias. Durante la temporada de lluvias o cuando la temperatura desciende fuertemente en las madrugadas es cuando esta enfermedad se presenta con mayor regularidad.Mira también: Comprar perros de narices chatas contribuye al maltrato animal Síntomas más comunes •  Respiración rápida •  Inapetencia •  Apatía •  Tos seca y frecuente •  Depresión •  Descarga nasal y ocular La tos de las perreras se presenta tres o cinco días después de que tu perro haya estado expuesto a la enfermedad y una persistente tos seca podrá hacerte pensar que tu mascota se ha atorado con algo. Tu peludo también puede presentar fiebre e irritación respiratoria, pero, en términos generales, estará sano en otros aspectos.

A pesar de que el sistema respiratorio tiene barreras naturales contra las infecciones, existen algunos factores que debilitan esta protección y hacen que los perros se contagien. Factores predisponentes • Exposición a ambientes con alta presencia de perros como veterinarias, hoteles   y jardines caninos. •  Mala alimentación. •  Bajas temperaturas. •  Polvo y humo. •  Estrés causado por transporte. •  Malas condiciones de ventilación. ¿Qué hacer? No es para asustarse. Es muy poco probable que tu perro muera por tos de las perreras; sin embargo, es una enfermedad que requiere atención veterinaria para controlar la infección y las lesiones respiratorias, debido a que tiene la posibilidad de progresar como bronconeumonía en cachorros o como bronquitis crónica en perros seniles. A pesar de que la mayoría de los casos de tos de las perreras se resuelven sin tratamiento, los medicamentos son útiles para acelerar la recuperación y minimizar los síntomas durante la infección. El manejo clínico seguido por el veterinario consiste, por lo general, en terapia antibiótica, administración de antiinflamatorios y jarabe para la tos. Además de acudir al experto, te sugerimos mantener a tu mascota en un área ventilada y, al menos durante la recuperación, usar un arnés a cambio del collar para disminuir la irritación causada por la tos. En casos críticos, algunos veterinarios recomiendan hacer nebulizaciones a los perros más afectados para mantener hidratadas las vías respiratorias. La mayoría de canes con tos de las perreras se recuperan completamente entre las siguientes tres semanas, aunque los perros viejos e inmunodeprimidos pueden tomar un poco más de tiempo.Te recomendamos leer: Maltrato animal, una cruda realidad en San Andrés ¿Cómo evitarlo? Como no puedes aislar a tu perro de otros peludos o prescindir del servicio de hotel para mascotas, la mejor decisión que puedes tomar, además de mantener a tu perro sano y bien alimentado, es vacunarlo. Sin embargo, la vacuna no garantiza una protección total debido al gran número de agentes infecciosos involucrados en la presentación de esta enfermedad. Recuerda, además, que la vacunación se usa para prevenir pero no para tratar una enfermedad activa. Para tener en cuenta Aunque no se ha reportado que esta enfermedad afecte a personas, los niños o adultos con el sistema inmune comprometido pueden estar en riesgo de contraer esta enfermedad. En estos casos, se sugiere evitar contacto con el perro afectado hasta que se recupere por completo.