Un voraz incendio en dos zonas pobres contiguas de un distrito capitalino convirtió en cenizas 555 casas de madera y dejó 1.634 damnificados el sábado, pero no hubo muertos, informó la Defensa Civil. "Las personas damnificadas son muy pobres y lo han perdido todo. El incendio se propagó muy rápido porque las casas son de madera y esteras", dijo a José Magallanes, jefe de la Defensa Civil de la zona afectada. Añadió que los damnificados de las asociaciones de vivienda "Pampas de Piedras Gordas" y "Señor de Cachuy" pasarán la noche en carpas otorgadas por el gobierno. Ambas poblaciones se ubican en la desértica zona costera del norte de Lima. "Esta era mi tienda de abarrotes, solo nos hemos quedado con lo que tenemos de vestido", comentó Hernán Viera a la televisora N mientras mostraba un montículo de cenizas humeantes. Las zonas afectadas no tienen agua potable ni electricidad. "Yo salía con mi hijito y comenzó a quemarse mi casa, no pude recuperar nada, todo se perdió, nuestra comida se perdió", dijo entre lágrimas a la misma televisora Raquel Mina, una joven pobladora del área. El vocero de los bomberos Lewis Mejía dijo que el incendio estaba controlado, pero al momento no se conocía el origen del siniestro y aún no se realizaban los cálculos de las perdidas materiales. El incendio mostró el frágil estado de los bomberos voluntarios de Perú, que con mangueras agujereadas y viejas motobombas intentaron controlar el fuego que arrasó las casas en poco más de cuatro horas. El viernes otro incendio en el principal almacén del Ministerio de Educación en Lima dejó 100 millones de dólares en pérdidas tras la quema de 500.000 libros, 61.000 computadoras y 6.000 paneles solares destinados a escolares del oriente del país. AP