Fujimori —que ya ha sido condenado en dos procesos penales— será nuevamente juzgado por la comisión de otros dos presuntos delitos: peculado y falsedad ideológica, por los que el Ministerio Público solicita una pena de ocho años de prisión y el pago de una reparación civil equivalente a 666.666 dólares a favor del Estado. El inicio del tercer juicio a Fujimori estaba previsto para el 11 de mayo, pero la defensa del ex mandatario recusó a los tres jueces del tribunal, dos de los cuales fueron ratificados y uno cambiado. El nuevo magistrado es Sócrates Zevallos, el cual acompañará desde el lunes a César San Martín y Víctor Prado, quienes ya han juzgado a Fujimori. Fujimori gobernó concentrando todos los poderes del estado de 1990 hasta noviembre del 2000, cuando un escándalo de corrupción comprometió su gobierno, por lo que huyó a Japón. Allí vivió por cinco años amparado en su nacionalidad japonesa para evadir una extradición. En el 2005 abandonó Tokio con rumbo a Chile, donde fue detenido, y posteriormente llegó extraditado a Perú la tarde del 22 de septiembre del 2007. Desde entonces han pasado 660 días. Fujimori, de padres japoneses que inmigraron a Perú a principios del siglo XX, fue sentenciado por primera vez, a fines del 2007, a seis años de cárcel por el delito de usurpación de funciones en el allanamiento ilegal del domicilio de Montesinos. El ex mandatario, quien también fue profesor universitario de matemáticas, fue condenado en un segundo juicio a 25 años de prisión el 7 de abril, tras hallársele culpable de los delitos de asesinato y secuestro por dos matanzas cometidas en la década de 1990, así como por los secuestros de un empresario y un periodista opositor. Los grupos internacionales de derechos humanos consideran que Fujimori es protagonista del primer caso en el mundo en que un ex mandatario constitucional es juzgado en su propio país y condenado por crímenes de lesa humanidad. El ex presidente, que cumplirá 71 años el 28 de julio, dedica parte de su tiempo a leer, pintar, tocar la guitarra y cultivar plantas en un pequeño jardín contiguo a su celda, según diarios locales. Por FRANKLIN BRICEÑO LIMA (AP)