Las manifestaciones propias del grabado o la imprenta, como la multiplicación y democratización de los contenidos, han cobrado nuevas formas gracias al arte contemporáneo. Así, los artistas de hoy, en su idea de aproximarse a lo cotidiano, usan todo tipo de materiales: reciclados, videos o fotografías, y los mezclan con las técnicas tradicionales de la impresión para dar origen a obras pictóricas, escultóricas o de animación. Esto ha llevado a que el rol de las técnicas gráficas cobre cada vez más importancia en el desarrollo del arte contemporáneo y, como consecuencia, se haya pensado en reunir en un solo lugar a los artistas que mejor se acercan a las expresiones en torno a la impresión. Así nació Philagrafika, la primera feria internacional de arte contemporáneo de técnicas gráficas y el evento de arte más importante en Estados Unidos este año. Por su protagonismo en la historia de la imprenta, la edición y la prensa, Filadelfia fue sede de este gran evento trienal, que comenzó el pasado 29 de enero y culminó el 11 de abril. Entre los 300 artistas internacionales invitados se encontraron dos de los colombianos con más renombre en este momento en la escena mundial: Miler Lagos, con su obra Silence Dogood, en la Arthur Ross Gallery de la Universidad de Pennsylvania, y Oscar Muñoz, con sus obras Narcisos en proceso y Biografías, en el Museo de Arte de Filadelfia. Además de estos dos artistas, otro gran protagonista colombiano de la muestra fue José Ignacio Roca, su director artístico, quien asumió hace cuatro años la ardua tarea de visitar todos los rincones del planeta en busca de los mejores artistas contemporáneos cuya obra tuviera algo de grabado o imprenta. Reconocido internacionalmente por curadurías tan importantes como la de la Bienal de Sao Paulo y la Trienal Poligráfica de Puerto Rico, y por asumir cargos de gran envergadura en Colombia como la dirección de arte del Banco de la República, Roca llegó a Filadelfia con una experiencia que en Estados Unidos muy pocos curadores tenían.La invitación de artistas colombianos y de otros latinoamericanos, como Eloisa Cartonera, de Argentina, Erick Beltrán, de México, y Regina Silveria, de Brasil, refuerza el posicionamiento internacional que en los últimos años ha alcanzado el arte contemporáneo de la región. De esta manera, hoy, los artistas de América Latina pelean de cerca con europeos y estadounidenses, por un lugar en las exhibiciones y colecciones privadas e institucionales más importantes del mundo. Así lo demuestran también otros puntos de encuentro para el arte contemporáneo, como la reconocida feria internacional Art Basel, que tendrá lugar en Basilea, Suiza, del 16 al 20 de junio de 2010, y donde participan nueve galerías de América Latina. Entre estas se encuentra la colombiana especialista en arte contemporáneo Casas Riegner con las propuestas de Mateo López y Juan Antonio Suárez.El posicionamiento del arte contemporáneo latinoamericanoSegún María Inés Sicardi, directora de la galería Sicardi de Houston, el interés creciente por los artistas latinoamericanos en Estados Unidos y Asia se debe a que, “desde América Latina, en los últimos años, los curadores y especialistas se han esforzado por hacer publicaciones en inglés”. En el caso de Óscar Muñoz, publicaciones como la de María Iovino sobre la obra del artista ayudaron a su promoción internacional. Y en este aspecto, sin duda, José Ignacio Roca también ha jugado un papel fundamental, pues además de su participación como curador en diversos escenarios internacionales, dando a conocer lo mejor del arte de la región, ha realizado múltiples publicaciones relacionadas con el arte contemporáneo latinoamericano, que han sido difundidas por todo el mundo. Por su parte, Adriana Melchor, de la Galería Enrique Guerrero, de México D.F., agrega que, en el caso de Miler Lagos, uno de los artistas que vende en la galería, su obra ha sido reseñada en revistas de arte de gran peso, como ArtNexus, y esto ha ayudado a la apertura de su mercado internacional.Las publicaciones han ocasionado, según lo explica Sicardi, que los museos hayan venido descubriendo a América Latina y, como resultado, se hayan abierto departamentos de arte latinoamericano en algunas instituciones como el Museo de Fine Arts de Houston, el MOMA de Nueva York, y la Tate Modern de Londres. También destaca el esfuerzo de las galerías especializadas en arte contemporáneo en América Latina, como la recientemente clausurada Galería Alcuadrado de Colombia, que se han preocupado por promocionar a los artistas llevándolos al exterior a participar en ferias importantes. Adriana Melchor afirma que el arte latinoamericano “es una línea en el coleccionismo internacional muy exquisita, con una alta demanda”. Esto se da, añade, “por el crecimiento demográfico de la población hispanoparlante en varias regiones del mundo”. Para que la trayectoria de los artistas contemporáneos latinoamericanos se fortalezca aún más, es indispensable entonces contar con elementos como publicaciones, participación en espacios internacionales de gran renombre y adquisición de piezas por parte de coleccionistas privados e institucionales importantes. Por eso, Philagrafika fue un espacio ideal para que los artistas de la región se dieran a conocer. José Ignacio Roca afirma que Philagrafika, aún sin ser comercial, “está creando una plusvalía, pues el artista comienza a ser más valorado si está expuesto en espacios importantes, como los 88 que brindó la muestra”.