Las reformas del gobierno de Gustavo Petro están en cuidados intensivos en el Congreso porque en siete días finalizan las sesiones ordinarias y ninguna tiene un avance significativo, pese a que fueron radicadas por el Ejecutivo hace más de cuatro años. Como están las cosas, casi todas continuarán su estudio en el segundo semestre de 2023, cuando los congresistas estarán ocupados con las elecciones regionales de alcaldes y gobernadores.
Como el presidente voló la coalición de gobierno en 1.000 pedazos, los partidos políticos hoy no están totalmente comprometidos con el avance de las iniciativas.
A eso se suma, el desgaste que ha enfrentado la Casa de Nariño por estos días por cuenta del escándalo de la exjefe de gabinete Laura Sarabia, el polígrafo al que sometió a su exniñera, y las supuestas interceptaciones telefónicas desde la Casa de Nariño. Lo mismo que los explosivos audios del exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, donde habla del ingreso de 15.000 millones de pesos a la campaña de Gustavo Petro.
Esos hechos llevaron a los partidos políticos tradicionales a tomarse un tiempo, respirar y pedirle al gobierno que postergue el estudio y aprobación de las reformas.
De un lado, el gobierno insiste en que las iniciativas se aprueben a las carreras, casi a pupitrazo en lo que resta de la legislatura, pero del otro lado, los congresistas buscan ganar tiempo, evitar el desgaste legislativo y dejar para después de julio, los temas grueso de Gustavo Petro. Al fin y al cabo, les preocupa el coletazo que les pueda generar en las elecciones regionales la aprobación de las reformas cuando la desaprobación del presidente, según Invamer, es del 33.8 %.
Este miércoles 13 de junio, cuando el gobierno pretendía empezar a debatir la reforma a la salud en la plenaria de la Cámara de Representantes, algunos partidos políticos tradicionales abandonaron el recinto y desbarataron el quórum.
Y este jueves, cuando el gobierno pretendía avanzar en la reforma a la salud, los críticos al gobierno pidieron la sesión para diseñar su propio orden del día, según lo contempla el Estatuto de Oposición. La ley ordena que tienen derecho a una sesión y establecer sus condiciones.
Los voceros de los partidos de oposición, los congresistas Juan Espinal (Centro Democrático), Erika Sánchez, Marelen Castillo, Miguel Polo Polo, y Carolina Arbeláez (Cambio Radical), entre otros, armaron el propio orden del día para este jueves y la reforma a la salud no necesariamente será una prioridad.
A las 2:00 de la tarde, cuando inicie la sesión, empezarán con el último debate al proyecto de ley que pretende la reducción de las vacaciones de los congresistas, un tema que ha venido impulsando con fuerza Cambio Radical y cuya aprobación final está a tiro de piedra. También está en la lista, el proyecto que contempla la institucionalización de LOS días sin IVA en Colombia, tal como lo implementó el expresidente Iván Duque en medio de la pandemia por la covid-19.
La reforma a la salud seguramente estará de última en el orden del día y lo más probable es que la falta de quórum se vuelva a repetir. Solo así, el gobierno de Gustavo Petro frustrará la aprobación de su iniciativa, al menos en lo que resta de la presente legislatura.