Un fuerte roce se registró entre el presidente de la República, Gustavo Petro, y la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, por el presupuesto que presentó el gobierno del llamado para 2025.
La primera en lanzar una aguda pulla al mandatario colombiano fue la congresista Cabal, quien desde ya anticipó que no aprobará ese presupuesto, al advertir que traerá consigo “más derroche”.
“Petro pretende que le aprobemos un presupuesto de $ 523 billones de pesos. ¿Para más derroche? ¿Para más corrupción? ¡Le diremos que NO!”, posteó María Fernanda Cabal.
Y avanzó en el mensaje: “Vean cómo entre el 2023 y el 2025 el gasto de funcionamiento, que es burocracia y derroche, crece en 117 billones de pesos”.
Pero al presidente Petro, no le gustó para nada esa postura de Cabal, respondiéndole, por la misma vía, su cuenta personal de X.
Como es costumbre, Petro echó mano del espejo retrovisor y culpó al expresidente Iván Duque de endeudar al país.
“Usted señora es una contradicción en sus términos, la deuda aumenta mi amiga porque Duque sobreendeudó al país, y a la deuda externa dejada se le aplica una tasa de cambio más alta y una tasa de interés mundial más alta”, expresó el presidente.
Y avanzó en su tesis: “la inversión cae porque en toda reforma tributaria, como la hicimos, aumentan sustancialmente las transferencias a municipios en salud y educación que se contabilizan en funcionamiento, aunque son también inversión”.
“Ni los gastos en salud, educación y más sueldo a soldados y policías son derroche como usted afirma”, detalló.
También dijo: “si aumenta la deuda exageradamente y el funcionamiento por aumentar el gasto en salud y educación en los municipios, disminuye la inversión pública nacional”.
“Y lamentablemente el presidente que usted eligió empeñó el país. Si no quiere aprobar el presupuesto hará que caiga más la inversión nacional que es lo que usted quiere. El sectarismo fanático la lleva a destruir el país”, concluyó el jefe de Estado.
Cabe recordar, que sin la presencia del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, varios funcionarios de la entidad, entre ellos, el viceministro general, Diego Guevara, destaparon las cartas que tiene para la financiación del Estado en 2025, que será un año retador, con una inflación más baja y un mejor crecimiento en comparación con el actual, según las expectativas oficiales.
La carta financiera para el próximo año, que fue radicada en la Cámara de Representantes, para que inicie el trámite en el Congreso de la República, será de 523 billones de pesos, lo que implica una variación de 3,8 % en comparación con los 503 billones de pesos que se ejecutan en la actualidad.
Si se hace la comparación con el presupuesto, pero descontando los 20 billones de pesos que harán parte del ajuste, por apretón del cinturón, la cifra con la cual se compara es de 483 billones de pesos, por lo que el crecimiento de la carta financiera sería de 7,6 %.
Los tres grandes rubros estarán divididos de la siguiente manera: 112 billones de pesos para el pago de la deuda; 82,4 billones de pesos para la inversión, y 327,9 billones de pesos para el funcionamiento. Alrededor de lo cual, el director de presupuesto, Jairo Bautista, señaló que la mayor parte de este último rubro será para los gastos inflexibles, como son: las transferencias a las regiones a través del Sistema General de Participaciones, y los gastos para el pago de nómina y de pensiones.
En ese sentido, una vez más la inversión vuelve a ser la Cenicienta. El alto monto destinado a pagar la deuda, según dijo Guevara, “demuestra el compromiso con las obligaciones crediticias”.
Entre tanto, no deja de pasar desapercibido el rubro de funcionamiento, lo que evidencia el amarre que hay con las normas presupuestales, que asignan partidas intocables.
Según explicó Guevara, en 2025 será la primera vez que el presupuesto estará orientado por resultados. Es decir, las asignaciones se mantendrán siempre y cuando se ejecute.
Por sectores, se conservan en los cuatro primeros lugares: educación, salud, defensa y trabajo. El primero, con una asignación de 79,2 billones de pesos; el segundo, con 67 billones; para defensa y policía se destinarán 60,5 billones; mientras que para trabajo la plata prevista es de 53,4 billones.