En las reveladoras declaraciones entregadas a la Fiscalía, Nicolás Petro mencionó a una funcionaria del Gobierno que hasta ahora no tenía los reflectores. Se trata de Adriana María Mejía Aguado, gerente general de Artesanías de Colombia, la entidad encargada de promover a los artesanos del país.

Según el hijo del presidente, ella transportó un dinero en efectivo que entregó el empresario Christian Daes para la llamada “campaña paralela” de Verónica Alcocer en la contienda presidencial. De acuerdo con Nicolás Petro, fueron 50 o 100 millones de pesos, que Adriana recibió en un “morral”. “Se reunió con el señor Christian Daes, Agmeth Escaf y transportó unos recursos para la señora Verónica Alcocer”, aseguró el exdiputado del Atlántico en un interrogatorio en la Fiscalía el pasado 2 de agosto.

SEMANA indagó sobre ella y encontró que es una de las figuras más cercanas a la familia Petro. Al mismo tiempo, en su contra hay quejas por supuesto maltrato laboral en Artesanías de Colombia. Una fuente que sabe del caso le dijo a este medio que ella es conocida por sus malos tratos, a tal punto que varias personas reportaron afectaciones psicológicas y renunciaron por esos hostigamientos.

Mejía Aguado llegó a Artesanías de Colombia por su cercanía con la familia presidencial. Algunas fuentes aseguraron que es más íntima de Verónica Alcocer que del presidente. Tanto así que frecuenta la Casa de Nariño para visitar a la primera dama, un privilegio del que pocos funcionarios gozan.

Mejía es cercana a la familia Petro Alcocer. A la primera dama le regaló un cuadro.

Mejía Aguado fue la abogada de Nicolás Alcocer Petro, hijo de Verónica, para que su padre reconocido fuera el presidente Gustavo Petro.

Abogada de profesión –además de artista plástica–, se jacta constantemente de este hecho. También fue la jurista de Petro en la separación de uno de sus antiguos matrimonios. La relación de Mejía con los Petro Alcocer data de hace más de 20 años. Hace unos años, como lo muestra una fotografía, Mejía le regaló una pintura a Verónica Alcocer y ambas se tomaron una foto para conservar el momento. En el retrato, la primera dama lleva un sombrero y un vestido blanco.

A Mejía se le ha visto con otro personaje cercano a la primera dama, Adolfo Martínez Carrillo, más conocido como Nerú, el coreógrafo contratado por la Presidencia, registrado en videos haciéndole masajes a la primera dama. Ese contrato ha sido duramente cuestionado.

La cercanía de la gerente de Artesanías de Colombia con los Petro la ha llevado a inmiscuirse en la arena política en tres ocasiones, pero en ninguna ha llegado a ocupar el cargo por el que aspiraba. En 2018 fue candidata a la Cámara de Representantes por Bogotá por la lista de Decentes. En 2019 intentó llegar al Concejo de la capital con la alianza entre la Bogotá Humana, UP y el Mais. Y en 2022 buscó un escaño en el Congreso bajo el logo del Pacto Histórico. En ninguna de las tres ocasiones logró su objetivo.

Mejía acompañó a Gustavo Petro en su época de alcalde de Bogotá.

Mejía acompañó a Petro en su época de alcalde de Bogotá. Fue la directora encargada de Idartes en 2015, durante menos de un año. También estuvo al frente de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, suscrita a la Secretaría de Cultura, en el mandato de Petro en la capital del país.

Una de las denuncias más graves sobre Mejía –además de lo dicho por Nicolás Petro a la Fiscalía– es que desde que llegó a Artesanías de Colombia estaría promoviendo un tenso ambiente laboral. Varias personas renunciaron por las afectaciones psicológicas que han sufrido. Hasta hablan de un “régimen”. “La definiría como una militante hardcore. Es petrista hasta la médula”, aseguró una persona que ha conocido lo que sucede internamente, pero que pidió reserva de su nombre porque teme represalias.

En Artesanías de Colombia todo gira en torno a Petro y Alcocer. Dicen que la gerente utiliza dos manillas: una tejida que dice “Petro” y otra en la que se lee “Pacto Histórico”. Incluso, cambió el eslogan de la entidad, ‘Habla bonito, piensa bonito, teje bonito’, en kamëntsá, una lengua indígena, por ‘Colombia, potencia mundial de la vida’, el que repite Petro.

Según denuncias, su fanatismo por el presidente Petro lo ha dejado ver en los eventos que realiza.

Mejía Aguado pide que se repliquen todos los mensajes de redes sociales del presidente y la Casa de Nariño desde Artesanías de Colombia. De hecho, a través de esos canales, invitó a la marcha convocada por el Gobierno el pasado 27 de septiembre.

La persona que conoce la situación de Artesanías de Colombia asegura que eso no pasaba en anteriores administraciones y que siempre se habían mantenido al margen de las discusiones políticas. Igualmente, Mejía está pendiente de todo lo que se publica en las redes sociales y da línea de lo que debe ir. Le encanta figurar.

Según otra denuncia en su contra, ese fanatismo también lo ha dejado ver en los eventos que realiza. Por ejemplo, a los encuentros invita a personas afines al Gobierno que estuvieron en las marchas de 2021. Pide que se convoque a personas del llamado “estallido social”.

Asimismo, la señalan de ser populista. El pasado 19 de marzo, cuando se celebró el Día del Artesano, decidió llevar artistas y repartió lechona para los artesanos del país en la sede de la entidad. Aunque ellos estaban felices con la celebración atípica, internamente varias personas cuestionaban ese hecho, pues esos recursos habrían servido para otras gestiones a favor de los artesanos durante el año.

El mayor problema está relacionado con los constantes gritos y malos tratos a los trabajadores de distintas áreas. “Es el régimen del terror”, dijo una persona que pidió reserva de su nombre.

Al llegar al cargo, Mejía tomó varias decisiones. Una de ellas fue que nadie podía ingresar su celular a las reuniones. En cambio ella, dicen, tiene la maña de contestar siempre su teléfono, así esté conversando con alguien. De hecho, así sucedió cuando SEMANA la contactó para conocer su posición sobre estas denuncias. Sobre lo que ha dicho Nicolás Petro en su contra, afirmó: “Estaré presta al momento en que las autoridades me llamen. No creo que deba hablar con medios de alguna naturaleza”. Cuando esta revista le iba a preguntar sobre las acusaciones de supuesto maltrato laboral, cortó la llamada y no volvió a responder.

Mejía no cree en el teletrabajo y a pesar de que los funcionarios de la entidad que venían de la anterior administración manejaban su tiempo y rendían, ella tomó la decisión de establecer horarios fijos. Quien llega unos minutos tarde recibe un memorando.

Señalan que a varios funcionarios de distintos departamentos los ha gritado. Lo que más les extraña es que al poco tiempo cambia de tono. Los llama “papacitos” y “mamacitas”, pero al rato de nuevo está recriminándolos por algo.

“El maltrato se evidencia en temas como su desequilibrio para tratar a la gente. Ella grita y después dice que lo que pasa es que habla muy duro”, afirmó una persona que pidió reserva. Esos abusos llevaron a varias personas a renunciar a pesar de que trabajaron durante años allí. Igualmente, Mejía ha decidido cambiar a empleados de planta a cargos distintos a los que desempeñaban. Por esas presiones, algunas personas denunciaron trastornos de ansiedad y otros cuadros psicológicos.

Mejía usa ropa exótica, lleva el cabello corto y blanco. Desde que llegó a Artesanías ha agregado algunas prendas a su vestimenta, como mochilas wayús, ruanas con diseños o collares de artesanos.

Lo que más les ha llamado la atención a los funcionarios de la entidad es que desde que la conocen carga un morral de cuero café, desgastado. Por eso, dicen, fue inevitable no pensar que, cuando estalló el escándalo de Nicolás Petro y él la responsabilizó de transportar dinero en efectivo, su maletín pudiera estar relacionado con los graves hechos que contó el hijo del presidente en la Fiscalía.