Se conoció la primera reacción de Iván Duque, presidente de Colombia, luego del saboteo que orquestó la oposición en su contra, en el último discurso que dio el pasado 20 de julio en la instalación del nuevo Congreso de la República.
El mandatario se declaró “tranquilo”, pero aprovechó para enviar varios mensajes por el histórico y vergonzoso episodio.
Desde Medellín, el mandatario colombiano fue directo en señalar que los resultados que dio a conocer en el Capitolio Nacional son incontrovertibles, también dijo que son datos concretos de su gestión de los últimos cuatro años de Gobierno.
“Tranquilidad, esas cosas a mí no me irritan, yo siempre he creído que es mucho mejor escucharnos en democracia y sería mucho mejor escuchar y argumentar”, sostuvo Duque en un tono sereno.
También señaló el jefe de Estado: “Nosotros fuimos y le mostramos al país los hechos que son incontrovertibles y yo sí creo, y lo digo en general, en todos los espacios democráticos debemos tener la capacidad de hablar y de escucharnos”.
“Porque cuando no se quiere escuchar, sencillamente lo que hay es un prejuicio o un sesgo, y yo creo que lo más importante es que todos los hechos que se dijeron en el discurso son hechos incontrovertibles, que están soportados no solamente en cifras, sino en ejecución”, insistió el jefe de Estado.
Saboteo a Duque
La historia del Congreso ha mostrado a lo largo de los años varios episodios que serán recordados por los colombianos, pero no existen antecedente alguno de irrespeto contra el presidente de la República durante sus intervenciones.
Ese respeto institucional se quebró el miércoles 20 de julio durante la instalación del Congreso de la República. Durante el discurso del presidente Iván Duque hubo varios momentos de tensión, aplausos e incluso rechiflas y ‘gritería’ por parte de un grupo de congresistas liderados por Inti Asprilla.
Como si estuvieran en plaza pública, los legisladores comenzaron a llamar “mentiroso” al mandatario mientras hacía un balance de su gestión, ya que fue su último discurso ante el Legislativo.
En una evidente falta de respeto, Asprilla interrumpió al jefe de Estado cuando hacía referencia a que no se puede apelar a falsas teorías para justificar la denominada “revolución”. Aunque la oposición tiene un espacio destinado para hacer la réplica ante las palabras del mandatario de turno, el congresista de izquierda prefirió acudir a los gritos.
Lo más preocupante del asunto es que además de llamar a Duque “mentiroso”, Asprilla le dijo “asesino” durante varios minutos en los que el mandatario colombiano hablaba de los logros de su gobierno en materia social, económica y de salud.
Sumado a que se violó el reglamento del Congreso, la evidente falta de respeto fue celebrada por otros congresistas de izquierda que acompañaron a Asprilla en sus arengas. La tensión fue tan evidente, que el expresidente del Congreso, Juan Diego Gómez, tuvo que interrumpir al presidente Duque para pedir respeto y advertir que podía hacer uso del reglamento para pedir al equipo de seguridad que retirara a los que estaban gritando.
La advertencia de Gómez fue encaminada directamente al senador Iván Cepeda, uno de los más experimentados congresistas de nuestro país. Ese hecho es lamentable si se tiene en cuenta que el Congreso, como lo era hace unas décadas, debería ser el escenario de discusión bajo argumentos y no insultos, por lo que lo ocurrido ha sido lamentado por varios sectores.
Sin duda, una muestra de la decadencia en la que está el Legislativo y una explicación de por qué tiene la imagen desfavorable más alta de todas las instituciones del Estado colombiano. Para eso se creó el estatuto de la oposición y existe el derecho de réplica para responder al presidente de turno.