Este jueves 28 de junio, el experto en derecho internacional Alberto Borea Odría fue elegido por la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) como juez miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
Borea fue elegido con 15 votos a favor. En la sesión de este viernes 28 de junio también se eligieron como nuevos miembros de la Corte IDH a los juristas Diego Moreno (Paraguay) y Ricardo Pérez Manrique (Uruguay).
Entre los candidatos también estaba Carlos Rodríguez Mejía, de Colombia. La no elección de Rodríguez se podría entender como una derrota al gobierno del presidente Gustavo Petro.
Rodríguez, quien es el actual embajador de Colombia en Costa Rica, fue el jurista que llevó hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el caso de la destitución que ordenó la Procuraduría contra el entonces alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y que terminó con la restitución en el cargo del mandatario.
Dentro de las cuentas del Gobierno de Colombia se esperaba que Rodríguez Mejía reemplazara en el cargo al saliente juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y expresidente de la Corte Constitucional de Colombia Humberto Sierra Porto.
Para el experto internacional Tomás Henríquez, la votación de hoy se podría leer como una clara derrota al gobierno del presidente Gustavo Petro.
“Esta es una elección competitiva dentro de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el hecho es que el Gobierno de Colombia falló en el objetivo de lograr que su candidatura triunfase en la Asamblea General de la OEA”, afirmó el experto en diálogo con SEMANA.
De acuerdo don Henríquez, “lo que ocurrió el día de hoy es particularmente notable en varias razones. Principalmente que la candidatura de Paraguay haya logrado la mayoría entre todos los candidatos es muy notable porque Paraguay no es uno de los países grandes de la región y que tenga una Cancillería entre comillas poderosa”.
El experto internacional agregó: “En segundo lugar, a cierto punto, la candidatura colombiana estaba haciendo dupla con la candidatura mexicana, por esa afinidad ideológica que existe entre México y Colombia, al menos con sus actuales administraciones, y en ese sentido ambas perdieron”.