En medio de toda la polémica que se ha generado por el cruce de mensajes entre el presidente de la República, Gustavo Petro, y el alcalde Carlos Fernando Galán, por la sequía y desabastecimiento de agua en Bogotá, el mandatario distrital fue citado a responder a un debate de control político en el Congreso.
El debate fue citado por el representante del Pacto Histórico y presidente de la Comisión de Agua y Biodiversidad del Congreso, Alejandro Ocampo. Y si bien aún no se ha definido la fecha en la que se realizará el debate, el congresista quiere que Galán y otras autoridades responden cuál ha sido la gestión que se ha ejecutado en Bogotá en medio de la problemática del agua.
Además del alcalde Galán, también fueron citados el director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Alfred Ballesteros; el director de la Región Metropolitana, Luis Felipe Lota; y la gerente del Acueducto de Bogotá, Natasha Avendaño.
El propósito del debate es que estos actores rindan cuentas sobre las medidas adoptadas hasta la fecha y presenten los planes y estrategias que se están implementando para superar la actual vulnerabilidad en el abastecimiento de agua.
“La situación de escasez de agua que enfrentamos en Bogotá y la Región Metropolitana no es un tema menor. Millones de personas están siendo afectadas por esta crisis, y es necesario que las autoridades competentes expliquen qué acciones están tomando para garantizar el suministro de este recurso vital. El país tiene derecho a saber cómo se están gestionando los recursos hídricos y qué medidas de prevención se están implementando para evitar que esta situación se agrave en el futuro”, afirmó el representante Ocampo.
De acuerdo con el congresista, el debate, que se llevará a cabo en el Congreso de la República, también tiene como objetivo establecer qué planes de emergencia se están desarrollando para mitigar los impactos de esta crisis y cuáles son los esfuerzos de largo plazo para garantizar el derecho humano al agua.
Ocampo insistió en que es fundamental contar con una hoja de ruta clara que incluya inversiones en infraestructura, planes de reforestación y conservación de los ecosistemas hídricos que alimentan los acueductos, y el fortalecimiento de la gestión integrada del recurso en Bogotá y sus alrededores.
“El agua es un derecho humano, no un privilegio. Bogotá no puede seguir dependiendo de planes insuficientes que solo reaccionan ante las crisis, necesitamos una gestión planificada y sostenible que priorice la conservación y protección de nuestras fuentes hídricas”, concluyó Ocampo.