SEMANA: ¿Qué le pide la MOE a los tres presidentes de las altas cortes en medio de la elección del nuevo registrador?
Alejandra Barrios (A.B.): No es la primera vez que solicitamos que las entrevistas que se hagan puedan ser seguidas virtualmente. Las pueden hacer en privado, pero que sean transmitidas virtualmente. ¿Por qué para nosotros es tan importante eso? El registrador nacional en este país tiene un poder impresionante. No solamente organiza las elecciones sobre las que reposa la legitimidad de la democracia colombiana.
Va acompañado, por ejemplo, de una capacidad de contratación. Solamente el año pasado y este año, solo para procesos electorales, tiene una capacidad de contratación de más de 900 millones de dólares, que tienen entre baja y nula vigilancia. Contratación donde se puede sacar términos de referencias 20 días antes de efectuar la contratación. Como está cobijado por la seguridad nacional, tiene una altísima discrecionalidad para decidir con quién contrata, cómo contrata y qué es lo que contrata. Pero no solo eso. Además tiene la posibilidad de nombrar más de 1.200 cargos de alto nivel. Cargos con buenos sueldos, porque son registradores departamentales, municipales y distritales, sin tener que pasar por concurso, sin tener que tener un comité de selección de personal. También existe una distancia con el control político, porque es la persona que cuenta los votos. Los partidos hacen muy poco control político por miedo a ver afectada la contabilidad de esos votos.
SEMANA: ¿Qué está pasando en el proceso de elección del Registrador que enciende las alarmas de la MOE?
A.B.: Le estamos pidiendo los presidentes de las tres cortes que rodeen de legitimidad este proceso de elección. El primer tropiezo fue en el chequeo de cumplimiento de requisitos. Solo en el checklist, donde se entrega la cédula, diploma, hoja de vida y documentos de experiencia, sacaron a seis personas que sí cumplen requisitos y se reintegraron después de un recurso. El examen de conocimiento, de acuerdo a lo que señalan los presidentes de las tres cortes, tuvo que ser suspendido porque hubo problemas con el aplicativo. Se suspendió y se volvió a convocar. Luego, ponen un recurso de revisión y el 10 % de lo que presentan las mismas cortes, digamos los mismos tres presidentes en su revisión, es que el 10 % de las preguntas estaban mal calificadas, porque estaban mal planteadas. Eso reorganiza nuevamente la lista de quienes pueden pasar a la entrevista final. Solo los diez más altos puntajes pueden pasar a la entrevista final. A pesar del puntaje, cualquiera puede pasar con esa entrevista final.
SEMANA: Es decir, la entrevista, que tiene más peso en el puntaje final, se hace de manera que no se puede evidenciar si el candidato efectivamente respondió adecuadamente.
A.B.: Nosotros valoramos muchísimo la entrevista. Claro que es importante el conocimiento, pero el Registrador va a estar rodeado de muchos abogados y asesores para tomar decisiones. Pero hay algo que ningún asesor le va a poder dar y es el carácter que se requiere para poder manejar una organización. Tiene tanto poder que tiene que generar él mismo la capacidad de limitarse en sus funciones y de ponderar las acciones que hace, porque nadie más lo puede hacer en el Estado colombiano. Es decir, esa prueba de carácter, que es lo que puede terminar definiendo quién va a ser el próximo registrador de este país, no puede hacerse a puerta cerrada. Aquí no nos pueden pedir que tengamos confianza por opacidad. Como yo no veo, usted me está mostrando una caja negra, me va a decir que de ahí va a salir lo mejor que usted tiene, pero no podemos ver cómo se desempeñó en una entrevista.
SEMANA: Los conocimientos no tienen mucha relevancia en el resultado final...
A.B.: Digamos, a todo un grupo se le califica sobre cinco y solamente los que sacan entre cuatro y cinco pasan la prueba. Resulta que la entrevista se califica sobre ocho. Eso significa que no importa cuántas personas pasaron. Cualquiera de esas personas, por el puntaje que saquen en la entrevista, puede quedar en primer lugar.
SEMANA: ¿Qué información piden que las cortes hagan pública en medio del proceso?
A.B.: Han tenido varios tropiezos a lo largo de este proceso de selección. Rodeen de legitimidad el proceso haciendo dos cosas: Digan cuáles son los criterios de calificación que va a tener en la entrevista, porque es una prueba de carácter. En segundo lugar, hágala pública. Transmítala de manera pública por cualquier medio virtual. Por YouTube, Instagram, Facebook o por donde quiera. De esa forma podremos ver lo que ustedes están viendo y logremos entender por qué quien gane logró el máximo puntaje.
SEMANA: ¿Cree que detrás de estos tropiezos y falta de transparencia existen intereses particulares intentando favorecer a algunos de los candidatos?
A.B.: Hay intereses de absolutamente todos por tener ese cargo. Hay intereses de absolutamente todos los sectores. Sectores políticos, sectores empresariales y de contratistas. Solo en dos años te pueden dar un contrato de 930 millones de dólares. ¿Me vas a decir que no? El cargo mueve absolutamente todos los intereses del mundo. Por eso se tomó la decisión de que fueran los tres presidentes de las tres cortes quienes hicieran el proceso de selección del registrador.
SEMANA: ¿Por qué no se ha tomado la decisión?
A.B.: Nos respondieron en una carta basándose en una interpretación que hace el Consejo de Estado. La entrevista es considerada una prueba, la cual puede ser entendida en algún proceso que se abra como una prueba frente al proceso. Nosotros creemos que eso es completamente absurdo, pero respetamos la decisión del Consejo de Estado. No tiene mucho sentido y no tiene mucho sentido pedir confianza por opacidad, cuando lo que puedes dar es confianza por legitimidad en el proceso. Hacerlo transparente.
SEMANA: ¿A quién le conviene este escenario de falta de transparencia?
A.B.: A nadie. Por eso no entendemos. Estamos absolutamente seguros que los tres presidentes de las cortes quieren tomar la mejor decisión posible.
SEMANA: ¿Cómo cree que le fue a Alexander Vega frente a la Registraduría?
A.B.: Yo creo que deja una ruta muy clara. Creo que deja una agenda muy interesante, de muchísimos retos. El primero es la transparencia en los procesos de contratación. Una entidad que contrata de esa manera tiene que tener unos procedimientos claros y públicos a la hora de hacer procesos de contratación. Entonces aquí deja marcado clarísimo un reto en términos de transparencia y publicidad en la información. En segundo lugar, también tiene un área de oportunidad muy interesante en el trabajo armónico con el Consejo Nacional Electoral. Respetar el Consejo Nacional Electoral, entender cuál es la diferencia de funciones entre la Registraduría y el Consejo Nacional Electoral. Ojalá podamos avanzar.
Después de estos cuatro años es urgente hacer una reforma donde se pueda fortalecer la gestión de la Registraduría, estableciendo unos mecanismos absolutamente claros de control y de contrapesos. Ninguna institución colombiana funciona sin balanza y sin contrapesos, ninguna. Tenemos que poder avanzar en una reforma donde la Registraduría tenga que hacer rendición de cuentas, donde tenga que presentar los informes de las auditorías que se contratan y que estos no estén bajo reserva. Hay muchas áreas de oportunidad que son aprendizajes de estos cuatro años y es muy importante poder tener en cabeza de la Registraduría una persona que tenga capacidad de ver esas áreas de oportunidad y de mejora.