El presidente Gustavo Petro y el alcalde de Cali, Alejandro Eder, protagonizaron una discusión pública de cuenta de los comentarios del jefe de Estado sobre los cultivos de caña en el Valle del Cauca.
El enfrentamiento entre el mandatario colombiano y el administrador de la capital vallecaucana comenzó de cuenta de una aseveración que lanzó el presidente en la noche del lunes, en el marco de la inauguración de la Zona Verde de la COP16.
Allá, en frente de los invitados internacionales que hospeda esa ciudad durante estas dos semanas para la conferencia internacional, Petro le dijo a Eder que los cultivos de caña de azúcar son, a su juicio, responsables del desplazamiento de campesinos.
“Hay que decirlo aquí porque me atrevo. Alcalde (Alejandro) Eder, lo hemos discutido varias veces, si se concentra en un solo cultivo y a veces bajo unos solos propietarios la tierra del Valle del Cauca fértil, pues el campesinado, los indígenas y las comunidades negras terminan saliendo hacia donde están las selvas”, señaló el jefe de Estado.
“No tienen otra oportunidad para vivir, terminan arrumados en los barrios populares bajo techos de cartón, en donde no hay trabajo, estudio para la juventud, donde a veces, cuando se protesta les disparan una granada de gas a los ojos”, agregó el mandatario en una intervención que estaba siendo escuchada por diplomáticos de todos los continentes.
La respuesta del alcalde de Cali a esa aseveración llegó en la noche del martes, advirtiendo que la industria del azúcar es la que ha permitido el desarrollo de esa geografía del país, donde uno de cada cuatro empleos están vinculados con el sector.
“El comentario del presidente no es nada nuevo, los colombianos ya lo conocemos y creo que tristemente hay mucho desconocimiento acerca de esta industria. No olvidemos que el Valle del Cauca se debe a la industria azucarera, que es la única industria circular que hay en Colombia”, afirmó el alcalde de Cali.
“Si lo que nos preocupa es el medio ambiente, no olvidemos que el principal destructor de este en Colombia son las economías ilegales, como el cultivo de la coca y la producción industrial de la cocaína. Hoy, según Naciones Unidas, se están produciendo alrededor de 3.000 toneladas de cocaína al año”, enfatizó Eder.
Precisamente, de 2022 a 2023 las áreas del país sembradas con hoja de coca se incrementaron en un 10% y el potencial del territorio nacional para producir esa planta (que es la base de la cocaína) aumentó en 53% en ese mismo periodo, de acuerdo con el informe de monitoreo anual de cultivos ilícitos que entregó la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Esa instancia advirtió que parte de esas siembras se están concentrando en zonas con vocación de protección.
Las exportaciones de azúcar de Colombia llegan a 67 destinos internacionales (como Estados Unidos, Chile, Ecuador, Haití, Perú, Jamaica y Bélgica) y las ventas en el mercado nacional representaron 1,37 millones de toneladas, de acuerdo con Asocaña, asociación que integra a doce ingenios azucareros que representan el 99 % de la producción de azúcar del país.
Sobre este asunto, la senadora María Fernanda Cabal señaló al presidente Petro: “Su resentimiento contra el desarrollo atacan la industria de la caña, que ha hecho del Valle un polo de desarrollo, pero guarda silencio ante las miles de hectáreas de coca. Respete Petro, que mientras los ingenios generaban desarrollo, usted y el M-19 sembraban terror”.
Pese al discurso del presidente Petro sobre los cultivos de caña de azúcar, en días pasados, el Gobierno —a través de la Agencia Nacional de Tierras— anunció un convenio con comunidades e ingenios azucareros para la entrega de 1.434 hectáreas que se otorgaron de manera simbólica a comunidades campesinas, indígenas y negras.