El exministro Alejandro Gaviria afirmó este martes 25 de abril que la reforma al sistema de salud, que actualmente se tramita en el Congreso de la República, es “cada vez más ilegítima”.
De acuerdo con Gaviria, si la iniciativa no tiene legitimidad, su implementación se dificultará, al tiempo que los desafíos jurídicos son “inmensos”. “Sin legitimidad (aun si se aprobara), la implementación será muy difícil y los desafíos jurídicos, inmensos. Este proceso no va a salir bien en ningún escenario”, aseguró en Twitter el exministro de Salud y Educación.
El pronunciamiento de Gaviria se da horas después de que la reforma pasara su primera gran prueba de fuego en la Comisión Séptima de la Cámara. La célula legislativa aprobó en la tarde de este martes la ponencia y, con ello, le dio oxígeno a la iniciativa que amagó con naufragar hasta última hora.
En total, el informe de ponencia recibió 10 respaldos y 8 votos en contra de 21 representantes a la Cámara que adoptaron una jugada bajo la mesa que consistió en no participar en la votación, desbaratar el quorum a última hora y lograr que el Gobierno garantizara sus mayorías. Fueron 3 los representantes a la Cámara que se retiraron.
Uno de ellos, el congresista Camilo Ávila, del partido de La U, uno de los ponentes de la iniciativa que respaldó y firmó la ponencia radicada el 31 de marzo de este año, un día antes de Semana Santa. Ávila no entregó explicaciones, pero desapareció del Capitolio.
Lo mismo ocurrió con los representantes del Partido Conservador Gerardo Yepes y José Quevedo.
El primero es ponente del proyecto y argumentó que tenía que ser coherente con su postura. Su decisión se dio porque el conservatismo, en bancada, decidió este martes oponerse a la reforma de Carolina Corcho, una postura que él no compartió.
“Uno tiene que tener coherencia con lo que piensa, dice y hace. Hoy el partido ha manifestado que no apoya a la reforma, es una manifestación tomada en bancada. Entonces, presidente, yo he tomado la determinación de no participar de esta votación. Si voto positivo, iré en contra de las determinaciones del partido. Por eso, me retiro de este recinto para ser coherente con mi pensamiento, lo hago de cara al país. Soy respetuoso de las decisiones del Partido Conservador”, dijo.
“Esta es mi posición, asumo los riesgos, pero aquí me interesan los ciudadanos. No puedo olvidar lo que me reclama la gente del sector rural. Lo hago de cara al país con la conciencia tranquila”, añadió.
Minutos después, el representante del Partido Conservador, José Quevedo, también se salió del recinto.
El retiro de tres congresistas de la votación fue analizado por la representante de Cambio Radical, Carolina Arbeláez, como una “jugadita” para ayudarle al Gobierno a obtener las mayorías. De hecho, SEMANA, anticipadamente, contó en qué consistía esa movida bajo la mesa.
“Más disimulado un chichón. Lo que pasó en la Comisión Séptima fue muy lamentable, las líneas azules del Partido Conservador se rompieron con la presencia del senador Carlos Trujillo en medio del debate. Qué casualidad que los dos representantes del conservatismo se retiraran, qué vergonzoso con el país prestarse para aprobar una reforma a la salud tan destructiva y regresiva. A estos representantes que se retiraron poco les importa la salud de los colombianos. Las consecuencias se pagarán con vidas. Lamentable que estos congresistas se prestaron para la marrulla”, le dijo Arbeláez a SEMANA.