El propio alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, fue el encargado de revelar la crítica situación por la que atraviesa la ciudad en materia energética, despertando el fantasma de un posible apagón o racionamiento de energía, que desde ya asusta a los capitalinos.
“Los canales de transmisión por los que se genera la energía a Bogotá son insuficientes. Si no se hace algo, vamos a tener una crisis grave en uno o dos años”, advirtió el burgomaestre.
La alerta que encendió Galán obedece a la falta de líneas de transmisión para traer la energía eléctrica hasta la ciudad en tiempos en los que la demanda se ha disparado exponencialmente. Según dijo el alcalde, en una especie de analogía, las líneas de transmisión actuales están en 3G y se requiere actualizarlas a 5G.
El presidente del Grupo Energía Bogotá (GEB), Juan Ricardo Ortega, le dio la razón al alcalde Galán y explicó el porqué del alto riesgo de una emergencia energética en Bogotá.
“Hay tres grandes proyectos que están muy parados. Un proyecto –el de Sogamoso– que podría traer 500 megavatios mal contados, es una línea de 500 kilovoltios, eso se afecta un poco por distancia, por factores muy técnicos. Y hay una de 250 de Chivor y hay otra de 500 que viene de La Virginia-Nueva Esperanza. Eso te podría traer más o menos un 20 % o 30 % adicional a lo que hoy en día demanda el interior del país. Pero ninguna de esas líneas, que debían haber salido hacia el año 2018, se han logrado concretar”.
La expectativa del GEB es poder culminar esos proyectos en 2026, pero los conflictos ambientales y con las comunidades podrían retrasar aún más la entrega, elevando el precio a pagar.
Está en juego “todo ese crecimiento, toda la capacidad de generar nuevos proyectos, de generar desarrollo en toda esta parte de la zona centro; eso no se logra si no se hacen inversiones”, señaló Ortega.
La falta de capacidad para garantizar la oferta ante el aumento de la demanda ya está pasando factura en Bogotá, pues ya hay grandes proyectos construidos en la ciudad a los que no hay cómo garantizarles la energía.
“Hay un centro de acopio de Falabella y hay unos data centers, entre otros. Parte del cambio, y la economía global ha cambiado, y cuando esto se planeó y se pensó, no teníamos en la mira que los data centers se iban a volver un negocio central, que la inteligencia artificial iba a transformar la gestión de las empresas”, señaló Ortega.
Actualmente, el GEB está generando energía para Bogotá y el centro del país con Termozipa, a carbón, pero la capacidad de esta termoeléctrica está a tope y hoy ni siquiera hay cómo suplir toda la demanda de energía que ha venido en aumento. Es así como nuevos grandes proyectos industriales y de vivienda en estos momentos no tienen garantizado el servicio de energía.
“Estamos sin llantas de repuesto y si llega a dañarse una turbina de Termozipa, vamos a empezar a tener más problemas”, precisó Ortega.
Con este panorama, la alerta para Bogotá se hace más intensa para los próximos años, cuando la capital y la región tienen proyectado poner en funcionamiento la primera línea del Metro y el RegioTram de Occidente, que funcionarán 100 % eléctricos.
“Debemos tener toda esta infraestructura construida a más tardar en 2026″, dijo Ortega, quien a renglón seguido puntualizó que “sería una locura” construir el Metro y el RegioTram y no tener energía para operarlos: “yo creería que nadie va a dejar que eso pase”.
En todo caso, si hoy el Metro de Bogotá y el RegioTram de Occidente estuviesen culminados y listos para entrar en funcionamiento, no habría energía para permitir su operación.
“Es urgente poder ejecutar los proyectos, parar los bloqueos injustificados, obtener las licencias ambientales y cumplirle al país. O de lo contrario habrá racionamiento de energía y precios altos”, concluyó Ortega.
En diálogo con SEMANA, el alcalde Galán reafirmó la preocupación del Distrito. “El riesgo para el tema de la energía en Bogotá viene de atrás, viene de la dificultad que ha habido para avanzar en proyectos de líneas de transmisión. Tenemos una vía de dos carriles, pero necesitamos una de cuatro carriles para poder traer la energía”, indicó.
El mandatario distrital agregó: “hemos tenido problemas por licencias ambientales, discusiones con algunas comunidades que han frenado ese proceso, y eso nos pone en riesgo en cuestión de meses de tener dificultades para proveer la energía que necesita Bogotá por la demanda que tiene”.
Finalmente, Galán reiteró la preocupación de no poder garantizar la energía a importantes proyectos como la primera línea del Metro de Bogotá: “hemos levantado esa alerta porque es una situación crítica, no de los próximos días, pero sí cercana, que requiere una acción para que Bogotá pueda seguir garantizando la demanda de energía que hoy tenemos y que se va a desarrollar con proyectos como el Metro y la electrificación del sistema de transporte”.
“Necesitamos más energía eléctrica y garantizar que se pueda traer”, concluyó el alcalde.