SEMANA habló con una médica venezolana radicada en Colombia que relató la crisis que se generó en ese país por cuenta de un programa del chavismo llamado Médicos Integrales Comunitarios. Se trata de supuestos profesionales de la salud que no tienen ni la formación ni la idoneidad para atender pacientes.
Lo grave es que algunos de ellos pueden estar ejerciendo en Colombia. La médica accedió a contar en detalle todo lo que conoce de ese programa, bajo reserva de su identidad, porque teme por represalias de estos “médicos” que realmente no lo son. Por eso será identificada con las iniciales P. Q.
SEMANA: ¿Qué conoce del programa de Médicos Integrales Comunitarios que puso en marcha el chavismo en Venezuela?
P.Q.: Tuve muchos problemas porque nos obligaron a recibirlos en los hospitales como médicos generales. Realmente no son médicos, son personas que hacen un estudio virtual, la universidad que los avala es reconocida en medicina en Venezuela, pero también se prestó al Gobierno para educar a esos supuestos médicos. Los profesores no necesariamente fueron los mismos que educaron a estos supuestos médicos, las clases eran netamente virtuales. En dos años ellos ya habían visto toda la teoría y pasaban a hacer trabajo asistencial, lo que es ilógico porque la medicina no se estudia en dos años y medio virtuales nunca. Una auxiliar de enfermería estaba por encima de ellos.
No tenían ningún conocimiento básico de bioquímica, anatomía, fisiología o farmacología. Por supuesto, no los dejábamos hacer prácticamente nada porque era un riesgo para el paciente y para nosotros. Ellos se sentían ofendidos, pero no habían aprendido, los estaban engañando, creyendo que de verdad estaban haciendo una carrera de medicina, algunos se daban cuenta de que de verdad no sabían nada, a otros no les importaba. Incluso, había gente que no había llegado a terminar el bachillerato.
SEMANA: A pesar de no ser médicos, ¿no podían cumplir funciones básicas en el sistema de salud?
P.Q.: Es que no son médicos, tienen un título, pero no lo son. Es como que estudié ingeniería online, terminé en unos meses y soy ingeniero. Puedo tener un título, pero no soy idóneo. El problema fue que obligaron a los hospitales a recibirlos en los posgrados. Para uno entrar a un posgrado hay que hacer un concurso, un examen, tener cierto puntaje. Pero ellos no. Entraron sin presentar ese examen, tuvieron la ventaja que no tuvimos toda la vida los otros médicos reales en Venezuela.
Si hubo uno o dos buenos en Venezuela es porque se han hecho a un nombre y no tiene que ver con la academia de ellos, sino que fueron personas autodidactas que, con la poca información que les daban y porque son buenas personas, se dedicaron a estudiar, pero el 99 por ciento de ellos no son médicos.
SEMANA: ¿Cuáles han sido los mayores riesgos que ha evidenciado con esos ‘médicos’?
P.Q.: En Venezuela tenemos problemas con ellos, hacen unas locuras, informes médicos que un niño de quinto de primaria haría. Escriben unas cosas, mandan indicaciones, ha habido muchas complicaciones en todas las especialidades con ellos.
Hay unos supuestos anestesiólogos, ginecólogos, pediatras, internistas, que no tienen los conocimientos. Eso se suma a que, cuando los entraron a los posgrados en Venezuela, era el momento de recesión. Aunque estuvieran en la carrera formal, los posgrados habían perdido la calidad al 60 por ciento por la situación del país, entonces eso tampoco ayuda. No es una cuestión de ego de nosotros.
SEMANA: ¿Cómo reconocen a quienes son esos médicos integrales y cuáles sí tienen una formación?
P.Q.: Los médicos realmente egresados de la universidad han tenido problemas porque esa universidad sí es una universidad de medicina y egresan médicos reales, pero uno ahora ya no sabe cuál es el médico real. La única manera de saberlo es calculando los años en que empezó esa universidad a sacar a esos supuestos médicos integrales y ahí uno saca la cuenta. El que se haya graduado antes de esa fecha sí es un médico real, pero el otro no.
Ellos recibieron mucha educación de médicos cubanos que estaban en Venezuela, y algunos sí eran médicos cubanos reales, muy buenos, pero muchos otros no eran médicos cubanos tampoco, mandaron técnicos en salud y los hacían pasar por médicos cubanos en Venezuela. Ellos fueron profesores de estos muchachos, entonces tampoco sabemos qué tipo de educación les dieron, cuál es el currículum de esos supuestos profesores, con qué enseñaron, cuáles fueron los métodos de evaluación.
SEMANA: ¿Conoce algún caso de estos ‘médicos’ que le haya llamado la atención?
P.Q.: Por ejemplo, el de un carpintero que se metió a ser médico integral. Una vez fue a tomarle las muestras a un paciente y ni siquiera sabía que el tubo de ensayo tenía que estar con coagulante. Entonces se coagulaba la sangre y decía “esto no sirve”, iba, lavaba el tubo en el lavamanos y volvía a tomar la muestra, metía la sangre otra vez en el mismo tubo. Resulta que el señor llegó a ser el director de un hospital de una ciudad como decir acá Girardot, pero en Venezuela. Allá no hay un criterio.
SEMANA: ¿Por la migración que se ha dado podría haber médicos integrales comunitarios ejerciendo en Colombia?
P.Q.: Sí, hay algunos homologados y los hemos identificado en los grupos. Había dos que teníamos identificados, pero sinceramente perdí el rastro porque no fue ahora, fue hace como tres años, en la pandemia. Estaban en el grupo de médicos y esas dos personas se dieron cuenta de que todos sabíamos y empezamos a decirles: “Ustedes se tienen que largar de aquí, no son médicos” y se formó la pelea porque ellos salían defendiéndose, porque como ahora homologaron en Colombia pueden irse para otro país y decir que son médicos homologados en dos países. Es terrible.
SEMANA: ¿Qué funciones desempeñaban estos médicos que encontraron?
P.Q.: Uno era médico general y otro era un supuesto internista. Ellos se salieron del grupo y no tenemos los contactos ni nada, pero sí los hemos identificado y por ahí han salido enfermeras. Todos los médicos venezolanos reales estamos en contra totalmente de este tipo de médicos. La manera de que Colombia no se deje meter el gol con esos médicos es aliándose con médicos venezolanos reales que estén ya aquí, porque los que están en Venezuela probablemente están tratando de sobrevivir y creerle al Gobierno es imposible. Entre nosotros nos conocemos y que pasen por esa especie de ‘comité’, por llamarlo así, de médicos reales venezolanos. Es que cuando uno habla con ellos y les mira el pénsum o los años, ya se sabe.
SEMANA: Cuando trabajaba en Venezuela, ¿cómo recuerda ese momento cuando Hugo Chávez anunció el programa? ¿Qué sucedió?
P.Q.: Hubo protestas de los colegios de médicos, de las universidades, de los mismos médicos. Los hospitales se querían negar a que entraran, pero cuando estás con un Gobierno autoritario, puedes pelear lo que tú quieras y los meten y punto. Y ese es el problema que hay aquí, esta película ya la vi y está pasando igualita.
SEMANA: ¿Es muy alto el riesgo de que estos supuestos médicos terminen llegando masivamente a Colombia?
P.Q.: Sí, el riesgo es muy alto por el tipo de Gobierno. El Colegio de Médicos de Bogotá se ha dado a la tarea de frenarlos mucho, convalidan, pero entonces no les dan tarjeta profesional, porque les exigen el año de ruralidad, que lo permiten convenios internacionales, entre otros documentos. Ellos también ayudan a frenar eso. Si los ponen a hacer rural se van a dar cuenta de las brutalidades, puede haber muchas muertes, me atrevo a decirlo. Ahí se darán cuenta de que esas convalidaciones estaban muy mal. Es muy feo, la verdad.
SEMANA: ¿Hoy siguen graduando médicos integrales en Venezuela?
P.Q.: Por desgracia, sí.
SEMANA: Una de las bases de esa reforma del Gobierno a la salud es la atención básica primaria, ¿los médicos integrales comunitarios estarían capacitados para prestar ese servicio?
P.Q.: No, ellos no están capacitados para absolutamente nada. Que de tanto estar metidos en el gremio aprendan es otra cosa, pero no lo están. Ha habido muchas muertes por culpa de ellos, pero son muy protegidos por el Gobierno.