El internado Gentil Duarte, que las Farc construyó en las profundidades del Yarí, generó todo tipo de sospechas y dudas apenas el país se enteró de la imponente construcción en medio de la selva: cemento, tejas, diseño, baños, polideportivo, entre otros lujos en la zona apartada de San Vicente del Caguán, Caquetá.
Inicialmente, el alcalde de San Vicente, Luis Trujillo Osorio, dijo que la construcción había corrido por cuenta de las comunidades. Él, basado en lo que las juntas de acción comunal le informaron en su momento, le explicó a SEMANA que los dineros provenían de peajes, apoyos de ganaderos, comerciantes, entre otros.
Sin embargo, el comandante Calarcá Córdoba, en diálogo exclusivo con SEMANA, reveló que la imponente obra fue financiada por su guerrilla. De hecho, él fue uno de los que convocó a la inauguración donde hubo pólvora, concierto popular, competencia de tejo, licor y un maestro de ceremonia que se dedicó el día de la apertura de la infraestructura a hablar de las bondades de Gentil Duarte, muerto en el primer semestre de 2022 en zona limítrofe entre Colombia y Venezuela.
“Como entre nosotros no hay corruptos, ese internado valió unos 3.000 millones de pesos. No hemos hecho las cuentas como tal, pero no costó más de esa cifra”, reveló sin asomo de duda.
“Las Farc lo financió, hemos hecho puentes, carreteras, baterías sanitarias, parques infantiles”, informó.
El dinero para el sostenimiento de las disidencias tampoco es secreto para Calarcá.
Dijo que hay un presupuesto y por cada guerrillero se destinan 900.000 pesos mensuales para comida, medicina, vestuario, transporte, entre otros. Como él tiene a su cargo más de 2.000, debe contar con casi 2.000 millones de pesos mensuales para sostenerlos.
La plata, le dijo a SEMANA, proviene de extorsión, aunque él prefiere llamarla “financiamiento”. Y puso un ejemplo: “Nosotros les cobramos a las contrataciones estatales. A algunos contratistas les decimos que les corresponde pagarnos el 5 o el 1 por ciento, eso se socializa. Eso no solo es para nosotros, ayudamos a la gente del territorio”.
“¿Quién no sabe que las Farc se financian de esa manera? Todo el mundo lo sabe, que se hagan ahora los locos es otra cosa, no entiendo por qué vienen a armar escándalo ahora”, dijo Calarcá.
Las Farc también cobran “impuesto” a los compradores de coca, reconoció. La cifra puede llegar al 5 por ciento de la compra, dependiendo la región.
Este hombre- que hoy tiene al mando 3.000 guerrilleros- le expresó a SEMANA que no se arrepiente de haberle puesto al internado Gentil Duarte. De hecho, él, quien lideró la construcción, es uno de los más fieles admiradores del excomandante guerrillero.”El camarada Gentil era como lo dice su nombre, una persona gentil”, expresó.
Aunque Calarcá Córdoba no reconoce el error de ponerle el nombre de un colegio a un internado, tuvo un costo político. La Gobernación de Caquetá fue la primera en oponerse en la financiación de los docentes. También lo hizo la Gobernación del Meta.
“Tengo la misma posición del Gobernador del Caquetá, Luis Francisco Ruiz. No voy a recibir un colegio construido por estos delincuentes. Además, edificado con dineros del narcotráfico, con plata de extorsión, de secuestros y demás actividades ilícitas que hace ese grupo”, anunció la mandataria Rafaela Cortés en SEMANA.
Y le anunció al país que ella como gobernadora ha recibido información que apunta a que las disidencias de las Farc “quieren hacer hospitales, un centro geriátrico, una cantidad de cosas en un terreno que, desafortunadamente, por la diferencia limítrofe que hay en Caquetá, no hemos podido avanzar en inversiones allí”.
Por ahora, la infraestructura está detenida, mientras Calarcá Córdoba tiene fe de que el Estado financiará los docentes y se apropiará de la infraestructura. Sin embargo, el Ministerio de Educación examina la vía jurídica porque el internado fue construido con dineros ilegales.