El pasado 8 de junio, el Gobierno nacional, en cabeza del presidente Gustavo Petro, llegó a un acuerdo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) para decretar el cese al fuego bilateral. Sobre este asunto, el expresidente Álvaro Uribe dio a conocer su opinión sobre esta decisión.

En primer lugar, el expresidente que figuró como jefe de Estado de 2002 a 2010 indicó que debe entenderse que el cese criminal cobija todos los delitos, entre los cuales se incluyen los secuestros (tanto individuales como colectivos) aislados o sistemáticos. Por lo tanto, no pueden ser oponibles ni puestos a interpretaciones. La medida debe ir de acuerdo a los parámetros del Derecho Internacional Humanitario o del Estatuto de Roma.

“La paz necesita cesación de crímenes para construir confianza en la comunidad”, afirmó el expresidente.

Del mismo modo, indicó que el hecho que el Ejército colombiano haga parte del cese al fuego bilateral implica que se está igualando con los grupos insurgentes que delinquen. Por lo cual, esta medida termina siendo un gran daño a la institucionalidad democrática. “La institución (Fuerzas Militares) no delinque, por ende, no se entiende que lo pongan a la par del grupo que delinque”, puntualizó Uribe.

Si bien se llegó a un cese al fuego bilateral, el ELN podrá seguir extorsionando y secuestrando. | Foto: AFP or licensors

Finalmente, concluyó su opinión al señalar que es diferente darle garantías a los grupos armados como muestra de buena fe e intención de paz, para que mientras se cumpla no se le ataque. Empero, el exmandatario considera que el cese al fuego logrado no se presenta de ese modo.

El secuestro y la extorsión, dos elementos que no hicieron parte del cese al fuego bilateral

En el Palacio de las Convenciones de La Habana, Cuba, el presidente de la República, junto con el comandante del ELN, Antonio García, presentaron el acuerdo que contempla el cese al fuego bilateral y temporal, además de la ruta que se seguirá en materia de participación de la sociedad civil en las negociaciones.

En la foto, el presidente Gustavo Petro (izq.); el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel (centro), y el primer comandante del ELN, Antonio García, tras la firma del cese al fuego. | Foto: AFP or licensors

Sin embargo, luego que las cámaras transmitieran la firma del acuerdo, Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN, aclaró ante los medios de comunicación que el cese al fuego no implicaría que el secuestro y la extorsión dejarían de ser ejecutados por el grupo subversivo, debido a que estas acciones hacen parte de las finanzas del grupo, un tema que todavía no cuenta con un acuerdo entre las partes.

“Las operaciones de finanzas se empezaron a discutir, pero ese punto no terminó. Se seguirá discutiendo y en estos protocolos no se incluyeron. Si nosotros cobramos un impuesto en las regiones, eso son las finanzas del ELN. Por ahora, las mantendremos”, dijo el jefe de la delegación guerrillera.

Pablo Beltrán. | Foto: 2017 Anadolu Agency

Cuando se le preguntó sobre las retenciones, Beltrán indicó que continuarán ejerciéndose hasta que llegue el momento que se dejen de considerar necesarias. Esta afirmación desató la polémica, a tal punto que varios sectores consideran que, a fin de cuentas, no se llegó a ningún acuerdo sustancial, debido a que esta clase de actividades continuarán siendo frecuentes y afectando a la población civil.

Tal como lo mencionó el expresidente Uribe, el Departamento de Asuntos Públicos y de Consolidación de la Paz de Naciones Unidas (DPPA) indica que el cese al fuego “no solo consiste en detener los combates entre los beligerantes. Los acuerdos efectivos protegen a los civiles y permiten el acceso humanitario a las poblaciones vulnerables”. Desde ese punto de vista, el cese al fuego significa una gran oportunidad para sentar las bases de paz.

En ese orden de ideas, la organización señala que el acuerdo debe describir las actividades militares y no militares prohibidas y permitidas durante el tiempo consensuado que durará el cese al fuego. Además, deben estar definidas las modalidades de monitoreo y verificación del cumplimiento del acuerdo entre las partes.