En una agitada agenda de trabajo que está desarrollando el Centro Democrático en San Andrés, atendiendo el llamado de la comunidad que está atravesando momentos difíciles por el bajonazo en el turismo, el cual está afectando la economía de la isla, esa colectividad, en cabeza del expresidente Álvaro Uribe, prepara un documento con recomendaciones al Gobierno del mandatario Gustavo Petro.
En diálogo con SEMANA, Nubia Stella Martínez, directora del Centro Democrático, indicó que este sábado 29 de abril luego de escuchar a empresarios y a la comunidad se publicará un documento con las conclusiones y recomendaciones para afrontar la crisis de San Andrés.
“Nosotros llevamos 21 foros en todas las regiones de Colombia, pero en San Andrés no vamos a hacer un foro, vamos a realizar unas mesas técnicas con los distintos sectores para sacar puntualmente cuáles son las necesidades más urgentes”, sostuvo Martínez.
Y agregó: “Al final haremos como una recogida específica de todos los puntos para que se pueda presentar con todo respeto al Gobierno nacional, pero con toda contundencia, lo que esperamos que se haga por San Andrés y su gente”.
“Los viajeros no llegan, se han disminuido las frecuencias y las líneas aéreas, se va a ir el vuelo de American Airlines, ya no van a venir los viajeros de Miami, la tercera frecuencia de Copa tampoco, el combustible de aquí (SAN Andrés) todavía tiene el impuesto que requerimos no lo tenga porque eso impacta el valor de los tiquetes”, expresó la directora del Centro Democrático, detallando las necesidades más puntuales de la isla.
Millonarias pérdidas
La pasada Semana Santa figuraba como una de las temporadas apetecidas por el gremio de turismo para recuperarse económicamente. Autoridades y representantes de agremiaciones advirtieron que el cese de operaciones por parte de Viva y Ultra Air podrían desencadenar afectaciones. Y no estuvieron equivocados.
En San Andrés, la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco) reportó pérdidas de 60.000 millones de pesos y una ocupación hotelera inferior al 30 %. La isla pasó de tener 35 vuelos diarios a tan solo ocho y esto no solo impacta a toda la cadena turística, sino también a la vida diaria de los habitantes, cuyo abastecimiento de víveres y diferentes artículos se ha visto afectado, lo que ha disparado los precios de su canasta familiar (de por sí ya altos por la elevada inflación que registra el país).
Incluso, el secretario de turismo departamental, Juan Enrique Archbold Dau, catalogó la temporada como “la peor o una de las peores de la historia”.
El gremio de taxistas también dio cuenta del preocupante panorama. “Acá un plátano ya vale 4.000 pesos; una libra de carne medio buena, $ 25.000, y un botellón de agua, $ 10.000. Estamos viviendo mal, sobre todo porque ahora no podemos generar los ingresos para pagar cosas tan caras”, dice Alberto Gordon, líder del gremio de los taxistas de la isla, quien hace un llamado urgente al presidente Petro para que les “dé una manito”.
“En otras partes del país, si no llegan aviones, llegan buses, pero acá eso es imposible. Parecería que el Gobierno no quiere ayudarle a San Andrés, porque de poder, puede”, insiste.
En su caso, representa a 200 transportadores y sus familias, que antes de la crisis de las aerolíneas alcanzaban a realizar entre seis y diez viajes al día entre el aeropuerto y los hoteles, pero hoy alcanzan solo a hacer uno. Tampoco se van al centro a buscar carreras, porque simplemente no hay suficientes turistas.
Propuesta de solución
Camilo Hernández, expresidente de la Cámara de Comercio de San Andrés y miembro del Consejo Directivo de Proarchipiélago (agencia de promoción de la isla), confirma que el impacto lo sienten todos, incluida la Gobernación, que recibe el pago de las tarjetas de turismo, por la cual el año pasado le entraban unos 500 millones de pesos diarios.
“Esto lo sentimos todos, los hoteleros, los restaurantes, los que tienen las carpas para alquilar y ofrecen los paseos en lanchas”, dice Hernández y se lamenta de no ver más celeridad en el Gobierno para atender esta situación.
En Proarchipiélago, así como entre los taxistas, tienen una propuesta de solución que consideran que puede arreglar el problema de raíz: consiste en declarar San Andrés como un departamento fronterizo, dado que limita con siete países.
Esto implica que tendría el mismo régimen impositivo en materia de combustibles de Arauca o Norte de Santander. “Si ese descuento se les traslada a las aerolíneas, su viaje a la isla se vuelve rentable y pueden rebajar las tarifas”, asegura Hernández.
Al tiempo, alerta que en este momento no hay cómo salir de San Andrés, pues no hay cupos en los pocos vuelos que existen y, si se consiguen, los precios superan el millón de pesos.
A eso añade otro problema que tiene que ver con el hecho de que San Andrés es el único destino nacional que tiene un gasto adicional, que se refiere al pago que hacen las aerolíneas por usar el espacio aéreo de Panamá mientras pasan por su territorio.
“Si llevan el jet de Satena a Caracas, creería que es más importante que con la línea aérea estatal se atienda este destino. Satena solo tiene un vuelo entre Providencia y San Andrés, es un ATR para 50 pasajeros, que tiene muy pocas frecuencias y se podría usar más, por ejemplo para traer turistas internacionales de Centroamérica”, puntualizó en ese momento el representante de Proarchipiélago.