El expresidente Álvaro Uribe Vélez salió en defensa de su hermano Santiago, quien enfrenta un proceso judicial por presuntos vínculos con grupos al margen de la ley. Este lleva casi tres años a la espera de una resolución.
El líder del partido Centro Democrático aseguró que el caso contra el hacendado está ad portas de ser fallado, desestimó las pruebas que hay en su contra y advirtió que hay presión para que lo condenen, según él, hasta del propio presidente Gustavo Petro.
“Mi hermano Santiago Uribe está acusado y ad portas de una sentencia. Los delitos son el asesinato de un humilde conductor de camión de escalera y concierto con paramilitares, hechos de 1994″, aseveró el expresidente en una carta de dos páginas sobre el caso.
La justicia ha vinculado al hermano del exmandatario con el grupo Los 12 apósteles. Sin embargo, Uribe Vélez sostiene que “paramilitares que operaron en el área han dado múltiples declaraciones y nunca han vinculado a Santiago. Hace más de 20 años a Santiago le dictaron un inhibitorio. Después fue revocado”.
Con esas palabras, el exjefe de Estado colombiano defendió la posible inocencia de su familiar, advirtiendo de varios hitos que tuvo el proceso durante la Fiscalía de Eduardo Montealegre, en el marco de campañas políticas.
“En mayo de 2014, en plena controversia electoral y con la discusión por el caso del Hacker Sepúlveda, el Fiscal Montealegre le quita el caso al Fiscal de Derechos Humanos, que llevaba 3 años investigando y se lo asigna al fiscal Carlos Iván Mejía, cuota del Magistrado Leonidas Bustos, condenado y asilado, de confesa animadversión a mi persona y a mi Gobierno”, aseguró Uribe Vélez.
Y continuó señalando: “Poco antes de acabar la administración del fiscal Montealegre, el fiscal Mejía ordenó la injusta e innecesaria detención de Santiago, quien compareció siempre ante la justicia. La decisión fue confirmada en tiempo récord por el vicefiscal Perdomo”.
Uribe Vélez sostiene que al grupo paramilitar lo han vinculado con unos 500 asesinatos, pero que de todos esos solo hay uno del que señalaron a su hermano: “El costoso contrato de Montealegre con la doctora Natalia Springer tuvo como objeto incorporar la teoría del contexto, que usaron para acusar a Santiago. A los 12 Apóstoles le asignaron cerca de 500 asesinatos. Pero a Santiago, el supuesto coordinador de la banda sin presos, lo acusan de uno, del asesinato del mencionado humilde conductor de camión escalera”.
El expresidente asegura que hay presión judicial y política para que el integrante de su familia sea condenado y acusa al actual mandatario, Gustavo Petro, de hacer parte de esa supuesta coacción. “A la presión para que condenen a Santiago se sumó un retuit reciente del presidente Petro. Los abogados del Colectivo, enfermizos perseguidores de Santiago por ser mi hermano, han sido sus acusadores”, afirmó.
Asimismo, lo calificó como una “buena persona” que no tendría los recursos económicos suficientes para financiar a un grupo armado al margen de la ley, como señala la Justicia, que lo ha vinculado con el paramilitarismo.
“Santiago ha sido buena persona, de valores morales, buen hijo, buen hermano, buen esposo, buen miembro de familia. Es persona de trabajo, de moderado patrimonio, que no daría para patrocinar paramilitares, lo que tampoco cabría en su alma. Pero Santiago ha sido perfilado de manera contraria a lo que es, como en su momento lo hizo el Presidente Petro”, escribió el exmandatario.
Finalmente, el expresidente Uribe señaló que la información de la Justicia “se obtiene por enemigos políticos, distantes del acontecer y del medio del acusado. Distinto fuera si le hubieran preguntado a tantas personas de la comarca que de verdad han conocido a Santiago”.