El pasado lunes, 13 de marzo, el expresidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, ha sido tema de conversación al manifestar que el partido Centro Democrático está dispuesto a brindar avales políticos en las próximas elecciones en Colombia a los exguerrilleros de las Farc.
“Tengo que decirles esto con todo cariño, si hay un desmovilizado de las Farc, que ha reconstruido su vida y quiere el aval del Centro Democrático, denle ese aval”, fueron las palabras del exjefe de Estado, en un evento del partido político en Florencia, Caquetá.
El expresidente Uribe dio estas palabras como respuesta a una pregunta de un asistente a su foro en el Caquetá. Además, el máximo exponente del partido aclaró que el desmovilizado que recibiera el aval no podía ser responsable de delitos de lesa humanidad como el secuestro y la violación de niños.
Ante su posición, el excandidato presidencial Rafael Nieto, uno de los hombres que milita en el Centro Democrático, dijo que él ha criticado ciertos avales de su partido. “Muy buenos la mayoría, pero algunos incomprensibles. Darle aval a los de las Farc es inexplicable. Ni su pasado violento ni sus ideas son compatibles con el Centro Democrático”, escribió en su cuenta personal de Twitter.
Por su parte, la senadora Paola Holguín, una de las líderes políticas más cercanas al expresidente, explicó en detalle qué quiso decir Uribe.
“Las palabras del expresidente se sacaron de contexto. En el foro, él reiteró que el Centro Democrático no es un partido enemigo de la paz, que la colectividad ha defendido el diálogo, la desmovilización, pero con unas condiciones: que respeten los derechos de las víctimas y unos mínimos de las víctimas que son necesarios”.
Holguín narró que, en medio de la intervención en Caquetá, Uribe comentó cómo en su gobierno se desmovilizaron más de 35.000 paramilitares y más de 18.000 guerrilleros y contó cómo en su mandato había participado Rosemberg Pabón y en el partido, como senador, Everth Bustamante (excomandante del M-19).
“Esto para enfatizar que el Centro Democrático es un partido de talante humanista y democrático. En ese contexto, él dijo que si había desmovilizados de las Farc que quieran el aval, el partido se los puede otorgar siempre y cuando no hayan cometido delitos atroces y de lesa humanidad”, explicó.
No obstante, en las últimas horas el exmandatario a través de su cuenta de Twitter manifestó su preocupación por el “deterioro” que ha sufrido uno de sus máximos legados y banderas en su Gobierno, se trata de la seguridad democrática.
Según Uribe, la seguridad democrática ayudó a todas las tendencias políticas. También indicó que el crecimiento del narcotráfico y la negativa a que la Fuerza Pública actúe ante diferentes situaciones pueden hacer “colapsar” lo poco que queda de dicha ideología.
“La seguridad democrática sirvió para todas las tendencias políticas, podían recorrer el país. Ha sufrido un deterioro desde hace buen rato, el crecimiento del narco y la negativa para que la Fuerza Pública accione, puede hacer colapsar lo poco que queda de Seguridad Democrática”, manifestó Uribe.
En un segundo trino, el exmandatario trató de recordarles a los colombianos cuáles son sus principales principios y los que siempre sostienen su carrera política. En primera instancia indicó que no es de derecha ni de izquierda, según él, son “encasillamientos obsoletos”.
Además, indicó que la inversión debe estar al alcance de todos, la economía fraterna, con el objetivo de hacer contraposición al odio de clases. También enfatizó que cree en los valores de la familia.
“No he sido de derecha ni de izquierda. Encasillamientos obsoletos. Recuerden mis intervenciones en eso, creo en la Seguridad Democrática, la inversión al alcance de todos, la cohesión social, el Estado Burocrático Reducido, el Estado Social Ampliado, el pluralismo participativo, la independencia de las instituciones, la economía fraterna por contraposición al odio de clases. Creo en los valores de familia”.