A un año de las elecciones regionales muchos se preguntan si el expresidente Álvaro Uribe se lanzará de nuevo al ruedo político o cuál será su papel en este escenario. Muchos proclaman su nombre ante la falta de un fuerte líder de la oposición que pueda coger esas banderas y conducir a quienes no están de acuerdo con gobierno del presidente Gustavo Petro y muchos de los mandatarios locales de las principales ciudades, entre ellas, Bogotá, Cali y Medellín.

Desde la derecha, en los círculos políticos ya se habla de la posibilidad de que Uribe vuelva a lanzarse a unas elecciones. Asimismo, se dice que la plaza podría ser Antioquia, una región donde tiene gran parte de los apoyos. En el caso de Medellín, el principal propósito del Centro Democrático será ganar en la capital del departamento luego de los cuestionamientos que le han hecho al alcalde Daniel Quintero.

SEMANA conoció de fuentes directas del expresidente que la posibilidad de que el expresidente Uribe vuelva a salir en un tarjetón está descartada.

Sin embargo, eso no quiere decir que vaya a estar alejado de la política, y todo indica que podría estar más activo que lo que estuvo en la pasada campaña electoral, en la que prefirió abstenerse de apoyar a cualquier candidato. Según expresó el líder del Centro Democrático en varios momentos, tomó esa decisión porque su proceso judicial podría jugarle en contra al aspirante al que le diera su espaldarazo.

El expresidente se enfocará en organizar el partido. Eso quiere decir que tomará el control de la colectividad y empezará a dar línea, una ausencia que se sintió en la pasada campaña electoral. Entre los principales objetivos está impulsar los liderazgos que han ido cogiendo fuerza y buscar jóvenes en todo el país para darle futuro al partido.

A pesar de que hay políticos uribistas que han ganado reconocimiento nacional, hasta ahora no habría un competidor de peso con la imagen que representó Uribe.

Dentro de esa estrategia, uno de los principales frentes serán los foros regionales denominados ‘Las regiones vuelven al centro’, que se han ido desarrollando a lo largo y ancho del país cada semana. El propósito de estos eventos es mirar hacia una región, observar sus dificultades, impulsar liderazgos y congregar jóvenes que se sumen a su causa.

Asimismo, uno de los principales requisitos para llevar a cabo el evento es que al iniciar se haga una presentación que sea una especie de radiografía de la ciudad o región donde se está desarrollando el encuentro. A partir de ese punto, arranca el debate sobre las problemáticas a resolver.

Eso ya ha quedado evidenciado en los encuentros que se han llevado a cabo. Por ejemplo, en Cali, los encargados de liderarlo fueron el representante Christian Garcés y la senadora María Fernanda Cabal, una de las voces más fuertes del partido actualmente. Ambos líderes se fueron en contra de la gestión del alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina.

En el caso de Medellín, en medio de la polémica que ha generado la conmemoración de los 20 años de la Operación Orión, un joven que vivió esos hechos y que hizo parte del encuentro, detalló que ese operativo del Ejército sirvió para darle seguridad a la Comuna 13, algo que antes era impensable.

“Llegó a la presidencia Álvaro Uribe y con la Operación Orión, que es la demostración de la Seguridad Democrática, que no es para el estrato 5, 6 ó 7 o más, nosotros éramos estrato 2, estrato 1, pero desde ahí se empezó a ver el desarrollo integral de la Comuna. ¿Quién no ha ido a la Comuna 13 hoy en día? Y eso era impensable hace 20 años, era impensable ver un gringo en las escaleras eléctricas”, afirmó Anderson Duque, un líder juvenil de la capital de Antioquia.

Por ahora, a pesar de que es temprano para hablar de nombres para candidaturas, ya hay algunos que empiezan a mostrar su interés por lanzarse a varias de las principales ciudades y departamentos del país.

Uribe no será candidato, pero sin duda, su papel será clave en la conformación de los candidatos del partido, de la organización del uribismo y de la estrategia que prepararán desde la derecha, con el objetivo de recuperar el poder de algunas de las principales plazas electorales. Eso quiere decir que, a diferencia de lo que habían dicho algunos sectores con los resultados de las pasadas elecciones, habrá uribismo para rato.