El expresidente Álvaro Uribe no pierde tiempo. Este viernes 25 de agosto apoderó al abogado Abelardo de la Espriella, uno de sus más cercanos juristas, e instauró una querella por calumnia contra la excongresista Zulema Jattin, quien entregó unas declaraciones a la Justicia Especial para la Paz (JEP), donde dijo que en 2022 sostuvo una reunión con el entonces jefe de Estado y le informó que los paramilitares no le permitían hacer campaña política en dos zonas de Córdoba. Según la excongresista, Uribe le pidió que no denunciara a las autoridades si no tenía pruebas.
Álvaro Uribe se enfureció con las afirmaciones de Jattin y prometió llevar el caso hasta los estrados judiciales para desmentir las afirmaciones de la exparlamentaria.
En la red social X, Uribe divulgó la denuncia penal que ya radicó ante las fiscalías locales de Bogotá de reparto.
Tan pronto conoció la explosiva declaración de la excongresista Jattin, Uribe reaccionó molesto.
El expresidente fue directo en señalar que la expolítica colombiana está interesada en obtener beneficios de la jurisdicción transicional, con una declaración después de 20 años.
En el mensaje que publicó el expresidente, aseguró que Zulema Jattin debe denunciar no solo con su testimonio, sino con las pruebas. Y advirtió con severidad: “La denunciaré ante la justicia”.
“Si la señora Zulema Jattin me preguntó si denunciaba una amenaza que habría recibido de los paramilitares, es propio de mi persona contestar: ‘Denuncie con las pruebas’, sin más. Si afirma 20 años después, para beneficiarse en la JEP, que era una ‘amenaza velada’, la denunciaré ante la justicia”, trinó Uribe.
De acuerdo con la reseña que hizo la JEP, basada en el testimonio de Jattin, “esta reunión tampoco había sido conocida por la justicia penal ordinaria. En dicho encuentro, la señora Jattin le explicó al señor Uribe las dificultades que tenía en su campaña para las elecciones legislativas, por la injerencia que tenían los paramilitares en el departamento. En esa reunión, Uribe le dijo que si no tenía pruebas escritas de estas restricciones, era mejor que no lo denunciara”.
Por eso –según ella– “llamé al entonces candidato a la Presidencia, el doctor Álvaro Uribe Vélez, quien se encontraba en esos días en la finca de Montería, en jurisdicción de Montería, y le pedí que me recibiera (…). Acudí a esa reunión en compañía del doctor Luis Felipe Villegas Ángel, que era congresista por Sucre y que también está presentando su nombre a las elecciones de la Cámara de Representantes del año 2002, pero por el departamento de Sucre, y que tenía digamos allá unos problemas similares a los míos (…).
“Entre los dos fuimos al Ubérrimo en enero de ese año, le contamos al candidato, en ese momento candidato presidencial, por lo que estaba pasando en Córdoba y en Sucre, con nombres propios (…), y él me dijo que si yo tenía alguna prueba real, que no solo fuera mi testimonio de la prohibición, de la prohibición de hacer proselitismo en esos municipios, o que si tenía algún documento escrito donde constara esa prohibición (…). Pero eso era imposible la verdad en ese momento que existiera un documento con un llamado de cualquier jefe paramilitar, pues estaba claro que no podíamos ir a donde ellos no querían que fuéramos, y me dijo que como yo no tenía ninguna prueba, pues él creía que lo mejor era que no, que no pusiera esa denuncia, y que tratara de hacer campaña en el resto del departamento”, dijo textualmente Jattin.