VICKY DÁVILA: ¿Cómo se siente después de que retiraron su nombre de la terna enviada a la Corte Suprema por el presidente Gustavo Petro para elegir el sucesor del fiscal Francisco Barbosa?
AMPARO CERÓN: Estoy bien, aunque le confieso que muy indignada por lo que pasó. Me retiré de la Fiscalía en 2020, trabajé 32 años en la Rama Judicial y estaba gozando del derecho a la paz y la tranquilidad que he añorado siempre. He vivido parte de dos siglos y no he oído hablar sino de violencia, guerra, masacres y nobeles de Paz, por mi oficio.
V.D.: El pasado 2 de agosto usted recibió una llamada para que su nombre formara parte de la terna para elegir fiscal. ¿Quién la llamó?
A.C.: A las 8:00 a. m. me llamó el doctor Augusto Rodríguez, se me identificó a nombre de la Presidencia de la República, de la Unidad Nacional de Protección, y me expresó que estaban interesados en que mi nombre estuviera en la terna.
V.D.: ¿Se sorprendió o no?
A.C.: Claro que me sorprendí.
V.D.: ¿Usted no es petrista?
A.C.: No soy petrista, ni uribista, ni santista, nada.
V.D.: ¿Votó por Petro?
A.C.: No voté por Petro, ni por Uribe, ni por Samper. No voté por Laureano Gómez, como salió diciendo una periodista en algún momento, asegurando que yo era ultraderechista. Mi tiempo lo dediqué totalmente a administrar justicia.
V.D.: Volvamos a la llamada de Augusto Rodríguez, director de la UNP. ¿Usted qué le dijo ante el ofrecimiento de estar en la terna?
A.C.: Le dije de manera inmediata que, ante todo, soy independiente y para mí la justicia es sinónimo de imparcialidad. Me contestó: “De eso somos conscientes porque el presidente y yo le hicimos un seguimiento a todo su trabajo durante la parapolítica”. Le quiero contar una cosa, Vicky, el tema de la parapolítica y los computadores de Jorge 40 se encontraron en unas actuaciones mías en un proceso que yo adelantaba.
V.D.: Pero hay otra gente que se toma ese crédito…
A.C.: Totalmente falso. Amparo Cerón Ojeda y sus investigadores fueron los que publicaron el lugar en donde estaba Antonio, Édgar Ignacio Fierro Flórez, y quien en ese momento tenía los computadores, y ahí arranca la parapolítica.
V.D.: ¿Entonces Rodríguez le planteó que el presidente conoce de su trabajo en la parapolítica y por eso la terna?
A.C.: Sí, así fue. Esa fue la referencia. Entonces me pidió que le diera el número de la cédula, me preguntó la edad y que en diez renglones, por WhatsApp, le hiciera un resumen de mi hoja de vida. Eso fue todo, y eso hice. Ese mismo día, en la mañana, salió la noticia de la terna que había enviado el presidente a la Corte. Me llamó una amiga a decirme: “Felicitaciones”. Francamente, no creía hasta cuando me cercioré por los medios de comunicación.
V.D.: ¿Habló con el presidente?
A.C.: Nunca hablé con el presidente sobre ese tema. Yo estaba disfrutando de mi buen nombre, de mi trabajo normal, en Iza (Boyacá), que es coleccionar orquídeas.
V.D.: La incluyen en la terna y viene un calvario.
A.C.: Total, pierdo mi buen nombre, mi honra. Déjeme decirle una cosa, Vicky. Esto quiero que les quede claro a todos los colombianos y al mundo, porque mi nombre ha sido arrastrado por todo el universo. Tengo que decirlo con todo el sentimiento que me sale del corazón, del alma. Nunca he robado, ni matado, ni prevaricado. Jamás he torturado, ni secuestrado, ni cometido vulneraciones contra los derechos fundamentales. Todo lo contrario, los investigué y los defendí, soy mujer y está tan en boga la defensa de la mujer y dicen: “Vamos a poner a una señora ahí y después la sacamos”.
V.D.: Con su nombre en la terna empieza una pugna para que la saquen.
A.C.: Exactamente. Sale la señora María Jimena Duzán haciéndole una entrevista a Gustavo Moreno, diciendo que yo era la fiscal de bolsillo del doctor Néstor Humberto Martínez. Jamás fui fiscal de bolsillo de ningún fiscal. Desde el doctor Alfonso Valdivieso hasta el doctor Barbosa, jamás, vuelvo y le repito, he cometido delitos, ni me han condenado penal, ni disciplinariamente; si yo hubiera sido fiscal de bolsillo, pues otro sería el cuento. Luego salió un escrito del señor Daniel Coronell diciendo que no entendía por qué yo estaba ternada.
V.D.: La llamó ‘la infiltrada’...
A.C.: Sí, yo sí soy infiltrada de la honestidad, de la ética, de la responsabilidad en el trabajo con todos los fiscales y en todas las investigaciones que estuvieron bajo mi responsabilidad. Que el señor Coronell cambie tal vez ese término de infiltrada porque le queda mal. Él jamás ha investigado mi vida. Seguramente no tiene la más mínima noción de que trabajé en la Rama Judicial como escribiente y como oficial mayor de un juzgado de instrucción, y que ingresé por concurso de méritos. A mí ningún fiscal me dijo que me iba a nombrar.
V.D.: Y, entonces, el presidente Petro decidió sacarla de la terna.
A.C.: Después de esos dos episodios, el 30 de agosto por la mañana recibí una llamada del doctor Augusto Rodríguez. No la contesté en ese momento, la devolví y me dijo: “Doctora, la llamábamos con el señor presidente para solicitarle que renuncie a la terna porque los ataques de los periodistas han sido muy sostenidos y lo perjudican”. Yo le contesté: “No voy a renunciar porque lo que dijeron esos dos periodistas es mentira, es falso, y yo a Gustavo Moreno lo tengo denunciado y le voy a mandar la copia de la denuncia”. Y se la mandé por WhatsApp. Ahí quedó toda la conversación. Hasta ahí llegamos.
V.D.: ¿En ese momento usted habló con Rodríguez sobre el hecho de que Ángela María Buitrago, quien también está en la terna, es la abogada de Coronell?
A.C.: No, vine a enterarme después. Mire, algún personaje importante contrata tres bailarines de diferente ritmo, de distinta forma de ser, pero eso sí, piensan lo mismo. Esos tres bailarines hacen su escena frente al rey. Al rey le gusta tanto ese baile que les pide que le digan cómo premiarlos y le piden la cabeza de la cortesana.
V.D.: ¿Cree que usted era una contendora fuerte en la terna?
A.C.: Treinta y dos años al servicio de la justicia pesan. Y con las investigaciones que tuve, también masacres, paramilitarismo, falsos positivos, Farc, ELN. La última fue el escándalo mundial de corrupción de Odebrecht.
V.D.: En todo caso, así no haya renunciado, a usted la sacaron de la terna.
A.C.: Me sacaron y me entero el 26 de septiembre por los medios. Llega un mensaje donde dice que el señor presidente presentó otra terna. De manera inmediata le escribí al doctor Augusto Rodríguez y le dije: “Doctor, merezco un poco de respeto, soy mujer, y se me debió avisar que me iban a sacar de la terna”.
V.D.: ¿Qué le dijo?
A.C.: Que esa era una decisión que había tomado el señor presidente de la república. Me escribió muy corto.
V.D.: ¿Ya no hubo la amabilidad del principio cuando la incluyeron en la terna?
A.C.: Por supuesto que no. Siendo respetuoso, el mensaje fue muy plano.
V.D.: Cuando Petro presentó la terna a la Corte, su hijo Nicolás estaba preso en el búnker. Cuando la cambia, su hijo había anunciado que no colaboraría con la justicia, aunque ya había confesado todo. ¿Eso le llama la atención?
A.C.: Bastante. Bueno, que los colombianos y el mundo saquen conclusiones.
V.D.: Cambiaron la terna y usted decidió emprender una lucha…
A.C.: Sí, estrictamente por mi buen nombre y mi honra, y le escribo al presidente de la Corte Suprema de Justicia.
V.D.: Pero la Corte respondió que estaba bien, que se podía cambiar la terna.
A.C.: Voy a referirme a ese asunto en estos términos. Se está a la espera de una obra de arte de unos pintores importantes y pasados pocos días entregan un lienzo con un plumazo lánguido. Vicky, yo esperé colores, verde, rojo, amarillo, negro, azul profundo, el que tenga oídos para oír que oiga, piense y concluya.
V.D.: ¿Usted cree que la Corte se equivocó?
A.C.: Hay decisiones de todas las naturalezas, y durante 32 años fui testigo de eso. Hay decisiones políticas, jurídicas, sociales, culturales, económicas, de todo tipo, me limito a contestar así.
V.D.: Usted también le escribió al presidente. ¿Le contestó?
A.C.: Me contestó el miércoles.
V.D.: ¿Y qué le contestó?
A.C.: Hago el mismo símil, un lienzo de un plumazo remitiéndose a la primera pintura.
V.D.: La remitió a la decisión de la Corte. ¿Pero pudo hablar con él?
A.C.: Yo le pedí cita, nunca me la dieron.
V.D.: ¿Qué quería decirle?
A.C.: Quería decirle: “Doctor Gustavo Francisco Petro Urrego, ¿por qué tuvo en cuenta mi nombre para incluirme en una terna y por qué decidió sacarme?”. No más. Lo único que quiero es mi buen nombre y mi honra y la de mi familia y mis amigos.
V.D.: La verdad es que quedó en el ambiente como que usted no merecía estar en la terna, como si no tuviera los requisitos morales para estar allí.
A.C.: Claro, esa es la sensación que tengo.
V.D.: ¿Será que se dieron cuenta en el Gobierno que a usted no le podían dar una orden?
A.C.: Desde ningún lado.
V.D.: ¿Por eso la sacaron de la terna?
A.C.: Asumo que fue por eso.
V.D.: ¿Pero usted conoce a Petro?
A.C.: Sí, lo conozco, él ha dicho públicamente que no me conocía cuando elaboró la terna, que no conocía a ninguna de las tres.
V.D.: ¿Pero a usted sí la conoce?
A.C.: Yo sí lo conozco, él como senador y yo como fiscal. Él habló en alguna ocasión contra unos periodistas que estaban involucrados o tenían nexos con el tema Odebrecht. Yo ordené oírlo en declaración y me trasladé al Senado a su oficina, y me atendió.
V.D.: ¿Y le dio los nombres?
A.C.: Fue una declaración muy rápida. Al final me preguntó que si yo era la que había sufrido el atentado en Estados Unidos. Le dije: “No, senador, fue en Chile”. Después me reclamó porque yo estaba haciendo el juicio contra José Elías Melo y él estaba en libertad. Yo le contesté: “Así lo permite la ley y las leyes no las hago yo, las leyes las aplico”. Terminó la declaración, fue no más de media hora.
V.D.: Le insisto, ¿le dio los nombres de los periodistas que estaban con Odebrecht?
A.C.: No recuerdo, la verdad, porque cuando fui retirada del servicio, pensionada, no quería volver a saber de nada. Salí curada.
V.D.: ¿Por qué le han hecho la guerra con el tema de Odebrecht?
A.C.: Porque Gustavo Moreno dijo públicamente que yo era la fiscal de bolsillo de Néstor Humberto Martínez y que le hacía caso en todo. Perdóneme, me ceñí a la Constitución, a las leyes, y no le obedezco sino a eso.
Me había ido de la Fiscalía, y María Jimena Duzán le hizo una entrevista a Luis Gustavo Moreno unos días antes de que se reiniciara la audiencia contra Luis Fernando Andrade, expresidente de la ANI. Ella ha sido muy defensora de él. Ahora, yo sí quisiera decirle, si la señora me está viendo, que no soy la responsable de una sanción disciplinaria que hace pocos días emitió la Procuraduría contra Andrade y tampoco tengo influencia en la Fiscalía actual que le hizo algunas imputaciones. Lamento mucho que sea cercana a él y tenga una amistad con él.
V.D.: Ya que estamos hablando de Odebrecht, grabaciones muestran que entró plata a la campaña de Óscar Iván Zuluaga y está imputado. ¿Qué pasó con la de Juan Manuel Santos?
A.C.: Hubo aportes a las dos campañas. En eso fuimos absolutamente claros cuando se dispuso compulsar copias contra ambas campañas en el Consejo Nacional Electoral. En el tema de Santos se hizo ante la Comisión de Acusación. Entenderá que mi labor llega hasta allí por orden constitucional y legal.
V.D.: Entre otras cosas, usted casi se muere en Chile.
A.C.: Claro que sí, casi me matan.
V.D.: ¿Por qué la querían matar?
A.C.: Vicky, es un tema que voy a dejar con lujo de detalles para un libro que estoy escribiendo.
V.D.: ¿Nos quiere adelantar algo?
A.C.: Fue por las investigaciones de Odebrecht.
V.D.: Se salvó de milagro...
A.C.: Sí.
V.D.: Y en la parapolítica, ¿sí pagaron todos los que eran?
A.C.: No, Vicky, y en Odebrecht tampoco, y en las masacres que investigué tampoco. Esa labor de administrar justicia aquí en Colombia es muy compleja. Mire lo que me pasó: fui víctima de otros dos atentados en Medellín y en Barranquilla, y aun así seguí investigando porque me gustaba mi oficio.
V.D.: Conocí buena parte del expediente de Odebrecht y me llamó la atención uno de los apartes donde un investigador reportaba que el presidente Santos siempre estaba informado de todo lo que pasaba en las investigaciones de Odebrecht. ¿Cómo era posible eso?
A.C.: Seguramente, sí.
V.D.: Pero, ¿quién podría entregarle información al presidente?
A.C.: Bueno, ese sí es un tema que también lo dejo para el libro.
V.D.: ¿Usted sabe?
A.C.: (Risas) Lo dejo para el libro.
V.D.: ¿Pero lo va a contar?
A.C.: Lo dejo para el libro. De pronto, si estoy viva, porque estar aquí sentada me causa pánico, temor por mi vida y por mi seguridad y la de mi familia.
V.D.: ¿Roberto Prieto (exgerente de la campaña de Santos) sí dijo toda la verdad? Le voy a dar mi opinión: creo que no.
A.C.: Ninguno dice toda la verdad. Ninguno.
V.D.: Pero sí buscan beneficios de la justicia que no se merecen.
A.C.: Pero así es la ley.
V.D.: Y eso genera mucha impunidad.
A.C.: Claro, por supuesto que sí.
V.D.: Mire el caso de Óscar Iván Zuluaga, quien decía que no y pues...
A.C.: Y sí, y sí.
V.D.: Y Santos también ha dicho que no…
A.C.: Y sí.