La salida de la terna a fiscal de Amparo Cerón produjo un enorme malestar y desató controversia. La mujer fue la investigadora clave del caso Odebrecht y su nombre fue removido cuando ese escándalo volvió a despertar en el país. En diálogo con la directora de SEMANA, Vicky Dávila, la exfuncionaria narró lo que ha vivido desde entonces.
Contó, por ejemplo, que la persona que le ofreció el puesto en la terna fue Augusto Rodríguez, director de la Unidad Nacional de Protección. Ella se sorprendió. “Le dije de manera inmediata que, ante todo, soy independiente y para mí la justicia es sinónimo de imparcialidad. Me contestó: “De eso somos conscientes porque el presidente y yo le hicimos un seguimiento a todo su trabajo durante la parapolítica”. Le quiero contar una cosa, Vicky, el tema de la parapolítica y los computadores de Jorge 40 se encontraron en unas actuaciones mías en un proceso que yo adelantaba”, dijo.
“Entonces me pidió que le diera el número de la cédula, me preguntó la edad y que en diez renglones, por WhatsApp, le hiciera un resumen de mi hoja de vida. Eso fue todo, y eso hice. Ese mismo día, en la mañana, salió la noticia de la terna que había enviado el presidente a la Corte. Me llamó una amiga a decirme: “Felicitaciones”. Francamente, no creía hasta cuando me cercioré por los medios de comunicación”, agregó.
Cerón contó que nunca habló con el presidente, a pesar de conocerlo, porque en medio de la investigación de Odebrecht había ido a su oficina en el Senado para recoger algunas de sus denuncias, entre ellas los periodistas que supuestamente trabajaban a sueldo de la multinacional.
La salida tan abrupta de la terna, por decisión del primer mandatario, le hizo un gran daño. “Pierdo mi buen nombre, mi honra. Mi nombre ha sido arrastrado por todo el universo. Tengo que decirlo con todo el sentimiento que me sale del corazón, del alma. Nunca he robado, ni matado, ni prevaricado. Jamás he torturado, ni secuestrado, ni cometido vulneraciones contra los derechos fundamentales. Todo lo contrario, los investigué y los defendí, soy mujer y está tan en boga la defensa de la mujer y dicen: ‘Vamos a poner a una señora ahí y después la sacamos’”, señaló dolida.
Cerón aseguró que sabe mucho del poder y que tiene mucho por contar. “Treinta y dos años al servicio de la justicia pesan. Y con las investigaciones que tuve, también: masacres, paramilitarismo, falsos positivos, Farc, ELN. La última fue el escándalo mundial de corrupción de Odebrecht”, explicó.
Aseguró que lo hará porque está en una lucha por recuperar su buen nombre y su honra. Aseguró que desde hace años le hacen la guerra porque “Gustavo Moreno dijo públicamente que yo era la fiscal de bolsillo de Néstor Humberto Martínez y que le hacía caso en todo. Perdóneme, me ceñí a la Constitución, a las leyes, y no le obedezco sino a eso”.
Pero fue clara en decir que vio en las dos campañas presidenciales de la época irregularidades. “Hubo aportes a las dos campañas. En eso fuimos absolutamente claros cuando se dispuso compulsar copias contra ambas campañas en el Consejo Nacional Electoral. En el tema de Santos se hizo ante la Comisión de Acusación. Entenderá que mi labor llega hasta allí por orden constitucional y legal”, señaló.
Y que justo en medio de ese escándalo, ella casi muere en Chile. “Es un tema que voy a dejar con lujo de detalles para un libro que estoy escribiendo”, advirtió.
Adelantó, eso sí, que tiene claro, que buscaban asesinarla “por las investigaciones de Odebrecht” y que se salvó de milagro.
Cerón dice sin titubear que no todos los responsables de Odebrecht han pagado por lo que hicieron. Sobre el presidente Juan Manuel Santos aseguró que seguramente estaba informado de todo lo que sucedía, pero que todo lo que sabe en detalle lo dejará para el libro. “De pronto, si estoy viva, porque estar aquí sentada me causa pánico, temor por mi vida y por mi seguridad y la de mi familia”, aseguró.
Ante la pregunta de si Roberto Prieto (exgerente de la campaña de Santos) sí dijo toda la verdad, contestó. “Ninguno dice toda la verdad. Ninguno”.