Antonio García, uno de los comandantes del ELN más controvertidos en medio de las conversaciones de ese grupo armado con el gobierno de Gustavo Petro, apareció este viernes —9 de junio— en la finalización del tercer ciclo de conversaciones en La Habana, Cuba.
Después de celebrar y agradecer el cese bilateral al fuego decretado entre las partes, dijo: “Que no se coman los cuentos de los que pretenden hacerles creer que estamos divididos”. Según él, “somos una sola voz y representamos la rebeldía armada del pueblo colombiano”.
Es decir, el líder guerrillero descartó que el ELN esté fraccionado y que una cosa es lo que se negocia en La Habana con el Coce y otra lo que piensan los comandos armados en los departamentos del país.
Habló, además, de la importancia y necesidad de un acuerdo nacional, que sea la agenda del cambio.
“Ojalá entre todos podamos empujar los cambios que requiere Colombia. Tenemos mucha confianza en los acuerdos que se han firmado”, enfatizó.
Aunque en Colombia hay sectores que celebran el cese al fuego firmado este viernes con el ELN, Antonio García le aclaró al país que “aún no hemos firmado acuerdos sustanciales” con el Gobierno de Gustavo Petro.
“Tan solo hemos firmado acuerdos de procedimiento que nos van a permitir avanzar en la construcción de acuerdos sustanciales para que Colombia cambie. Pero no podemos volver a repetir las viejas historias. Llevamos muchos procesos, supuestamente, de paz, que solo han terminado con la desmovilización y el desarme, pero las cosas siguen igual”, reflexionó.
Cuestionó los procesos de paz alcanzados por gobiernos anteriores porque el país sigue igual y afirmó que “hay un problema en la sociedad colombiana, que no se escucha, no se recoge su clamor, se persigue, se margina, se excluye. Este proceso de paz tiene que ser distinto. Queremos ver, realmente, los cambios. La voz del ELN será la voz de la sociedad. No serán acuerdos del Gobierno y el ELN, serán acuerdos que la sociedad construirá con la participación de todos”.
Y añadió: “Queremos darle la voz a la sociedad en un ejercicio de participación y haciendo un intento de retirar la violencia para que la voz se pueda escuchar más. Ese es el mensaje que traduce el acuerdo”.
Después de citar la obra literaria La Vorágine de José Eustasio Rivera y algunos textos de Gabriel García Márquez, agradeció a las partes por alcanzar el cese al fuego.
“A mí me mandaron a una tarea, me mandaron a agradecer a quienes nos han acompañado en estos 10 años en este proceso de paz que no ha sido fácil, ha sido difícil”, dijo.
Agradeció a la comunidad internacional, especialmente a Cuba. “Nos sentimos muy agradecidos porque ese país no ha dejado naufragar el proceso de paz durante cuatro años porque fue desconocido por el expresidente Iván Duque. Eso quiere decir que el esfuerzo principal de este proceso se lo debemos a Cuba”.
Envió un saludo a los países garantes y acompañantes, especialmente a quienes prestaron su territorio para las conversaciones, entre ellos Venezuela, “ahí empezó todo”. También el pueblo de Ecuador, a Brasil, Cuba y México.
“Si bien Noruega está bien distante, está muy cerca del corazón y la paz de Colombia”, manifestó.
También agradeció la Conferencia Episcopal, a la Iglesia Católica del papa Francisco, “con quien nos identificamos y compartimos los principios del humanismo cristiano”. Lo mismo que la ONU “que nos sigue recordando que el mundo requiere una democracia global”.
En sus palabras también hubo espacio para agradecer el papel del presidente Gustavo Petro, a quien le ha hecho fuertes cuestionamientos, y el canciller, Álvaro Leyva.